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Alta costura en el mantel

La presentación de las mesas de fiesta se simplifica hasta dejar las piezas imprescindibles y bien elegidas - Loza y metal conviven con piñas y frutas

Elegancia absoluta, blanco, beige, dorados, algún toque rojo y mucha luz. Son las pautas básicas para las mesas triunfadoras en las celebraciones que se avecinan. El centro neurálgico de la fiesta se llena de elegancia tranquila, sin estridencias, como si de modelos de alta costura se tratase.

Por eso este año habrá que olvidarse de las decoraciones recargadas y también de guirnaldas, figuras de renos y demás motivos navideños, para poner el foco en los elementos vegetales que llegan directamente del campo, como alcachofas y pequeñas calabazas e incluso manzanas que reposan en delicados recipientes metálicos.

Los candelabros, pesadas bandejas y servilleteros de plata tampoco entran dentro de las tendencias del momento, copadas por la loza de calidad en tonos neutros, los bajoplatos de efecto rústico-chic y la cristalería sencilla, pero con algún detalle especial.

El dorado es siempre una opción acertada en Navidad. Para no sobrecargar el ambiente con demasiado brillo conviene matizarlo con un poco de blanco o beige sobre el mantel. Los tonos amarillentos y ocres son una alternativa ideal para crear un ambiente muy divertido y relajado.

Si lo que se persigue es dar un aire contemporáneo a la mesa, habrá que echar mano de elementos naturales como frutas y ramas secas e incluso piñas recién recogidas en el bosque.

Firmas como la española Zara Home tienen todo lo necesario para dar un aire especial a la mesa y al resto del comedor sin necesidad de arruinarse.

Un buen truco para que la decoración luzca más es colocar las servilletas de distinta tonalidad a la del mantel, siempre guardando una armonía cromática. Lo que no resulta admisible es el empleo de papel o plástico. Cuanto más lejos, mejor.

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