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La fiesta de la comida empieza en Madrid

El Gastrofestival implica a museos, teatros, librerías, mercados y negocios en un sinfín de actividades hasta el 5 de febrero

Desayuno en el Museo Cerralbo de Madrid. GASTROFESTIVAL 2017

La gran fiesta de la comida empieza hoy en Madrid y no acabará hasta el 5 de febrero. Por delante, más de quince días en los que disfrutar de algo tan básico y cotidiano como el comer, con el añadido de acompañarlo de música, cine, teatro, moda, pintura, y con sofisticadas recetas o los platos más tradicionales.

Es el Gastrofestival, un gran programa de actividades que tiene como escenario la capital de España, sus museos, sus teatros, sus tiendas, sus mercados, sus auditorios y salas de exposiciones, e incluye del 23 al 25 de enero el Madrid Fusión, la gran cita anual de la gastronomía que reunirá a chefs de 17 países para hablar de las nuevas tendencias culinarias y entre los que no faltarán asturianos como los reconocidos Marcos Morán y Esther y Nacho Manzano.

Sibaritas, entendidos, amantes de la buena mesa, disfrutones del buen comer? Todo el mundo tiene su hueco en el Gastrofestival que se inaugura este mediodía en el castizo mercado de Antón Martín con el cocinero Pedro Larumbe. Los mercados madrileños -que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos con una oferta que combina el producto de calidad de siempre (carnes, frutas, pescados, embutidos) en sus tiendas, ahora junto a modernos y animados bares en los que comer sobre la marcha mientras se hace la compra- están repartidos por Salamanca, Chueca, Lavapiés, Chamberí, Castellana, Prosperidad, Salamanca y otros barrios del centro. Todos tienen mucho que aportar al Gastrofestival con catas de vinos, menús especiales, pinchos y tapas.

Los entusiastas del shopping tienen en un buen número de firmas, como Ágatha Ruiz de la Prada o Adolfo Domínguez, la excusa perfecta para pasar unas horas: entre compra y compra será posible tomarse un café, un vino o un rico tentempié. Los museos Thyssen y del Prado nunca fallan en el Gastrofestival, y tampoco lo hacen este año con conferencias o exposiciones temáticas centradas en sus "pinturas gastronómicas", llamadas a satisfacer el apetito intelectual y también del paladar, pues no faltará un buen vino o un buen plato inspirado en alguna obra.

¿Problemas para elegir un buen libro de cocina o encontrar uno antiguo? No hay que perderse el amplio listado de librerías que participan con selecciones especiales de temática gastronómica. En el Círculo de Bellas Artes organizan una "suelta de libros" sobre cocina destinada a que los aficionados intercambien sus pequeñas joyas bibliográficas. El Círculo también suma otra actividad: un concurso fotográfico sobre tapas.

"Gastrotonadilla" es el sugerente título de la oferta del Centro Cultural Conde Duque: se representarán piezas breves teatrales sobre las costumbres españolas; para acabar, un vino.

"Como agua para chocolate", "El restaurante de Alicia", "Una pastelería en Tokio" o "El festín de Babette" son algunas de las películas que se pasarán durante estos días. En cuanto a teatro, los entendidos aconsejan no perderse las funciones de "Microteatro por dinero", con hilarantes piezas, todas en torno a la comida y los instintos que ésta despierta.

Los fans de la cocina de la abuela están de suerte, pues el Gastrofestival ha seleccionado un buen número de restaurantes, tabernas, bares que destacan por preparar estupendamente esas recetas de toda la vida. Lo mismo han hecho pensando en los "foodies", los modernos amantes de la buena mesa. Para ellos está "Promperú", un grupo de cocineros que defienden las cualidades de la cocina del país andino y exhibirán en Madrid lo que allí se hace. No falta la cocina fusión y de otras partes del mundo, como Italia, Marruecos o México. También habrá oportunidad para saborear platos hechos mano a mano por chefs españoles y del extranjero: Mario Sandoval con el filipinio Tatung Sarthou; Roberto Cabrera con los chilenos Kurt Schmidt y Gustavo Sáez; o Pedro Larumbe junto al dominicano Martín Omar. Son las llamadas "Cenas a cuatro manos", cuya asistencia no tiene por qué ser incompatible con una escapada por la "Ruta Golosa" y su treintena de confiterías.

Hay más. Quince días dan para mucho bien administrados. Para no irse de vacío de esta fiesta, siempre está bien pasarse por alguno de los locales de las rutas de menaje o para gourmets, donde comprar cualquier utensilio que falte en la cocina o ese exquisito bocado o botella de vino que guardar en la despensa para una ocasión especial. O no.

Porque al fin y al cabo comer se hace todos los días y siempre debe ser especial.

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