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El invierno, a capas

El invierno, a capas

El "layering", vestirse con varias capas en invierno, a modo de cebolla, es una de esas cosas que, aunque no lo crean, hay que hacer con mucho estilo. De lo contrario, el resultado será desastroso y grotesco. Para ilustrar en esta materia de rabiosa actualidad están esas celebridades que siempre parecen sacadas de un anuncio, ya que ciertamente resulta difícil encontrarlas con un mal día estético.

Olivia Palermo es uno de los ejemplos. Este año se ha aficionado a un chaleco de zorro canadiense, sin espalda, que le da juego para ponérselo debajo del abrigo o del plumas. Otras veces, como en la imagen de la derecha, lo lleva con prendas de punto, siempre de cuello alto, y grandes bufandas que se ciñe a la cintura, a modo de abrigo.

La neoyorquina sabe hacer "layering" como nadie, aunque sin salir de Manhattan le hace la competencia la actriz Sarah Jessica Parker, también una maestra en eso de superponer prendas que combinan perfectamente entre sí.

Si algo revela esta tendencia es la capacidad de cada persona para buscar mezclas originales que sin tener nada que ver combinen entre sí. Por ejemplo, es importante que exista cierta armonía entre las texturas. No queda bonito un chaleco de ¬zorro sobre un abrigo de visón, ni una gabardina debajo de un abrigo de paño. En cambio, el punto funciona perfectamente de comodín con toda clase de texturas, especialmente con las pieles y el algodón.

La idea central es mezclar prendas de diferentes estilos en un mismo conjunto para hacerlo más divertido. Ése es, sin duda, el "layering" más difícil de lograr. Uno de los secretos es jugar con una misma gama de colores y mezclar tejidos ligeros con otros más pesados. A partir de ahí, la creatividad de cada una es la que manda.

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