Existen historias reales tan espectaculares que parece imposible que sigan siendo prácticamente desconocidas y que no haya sobre ellas una abundante bibliografía y filmografía, es el caso de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, más conocida como Expedición Balmis en reconocimiento al hombre que capitaneó la misión, el médico alicantino Francisco Xavier Balmis, quien, el 30 de noviembre de 1803 partió del puerto de La Coruña con un cometido titánico: acabar con la viruela en las colonias del Nuevo Mundo. Esta enfermedad, que terminó con la vida de millones de personas desde que surgiera hace unos 12.000 años, afectó a la infanta María Luisa, hija del rey Carlos IV, lo que llevó al monarca a impulsar la tarea de erradicar la plaga en los territorios de ultramar. El problema de llevar la vacuna tan lejos, en lo que suponía un penoso viaje de meses, residía, más que en el posible enfrentamiento con piratas o en la amenaza de una meteorología inclemente capaz de partir una embarcación en dos, en la conservación del remedio, que llegaría en muy malas condiciones o totalmente inservible, por lo que el doctor Balmis tuvo una idea que se podría considerar genial aunque nos pueda escandalizar: ¿por qué no inocular el virus en niños, embarcarlos y llevar así el antídoto en perfecto estado hasta su destino, donde se podría vacunar a otra serie de pequeños y hacer una cadena salvadora por todo el mundo? Dado que sería muy difícil que cualquier padre diera la autorización para convertir a su hijo en un recipiente de medicamento preparado para surcar las olas en un periplo donde muchos de ellos morían, el doctor propuso reclutar a los niños de orfanatos y el rey accedió a su pretensión. Partiendo de esta premisa, la escritora gallega María Solar teje la historia de la selección que se llevó a cabo en el hospicio de La Coruña, de donde salieron los primeros 22 niños portadores, eslabón inicial de una cadena que no se detuvo en América, sino que llegó hasta la lejana China. La escritora se sirve de su formación como bióloga y periodista para trasladarnos a un momento histórico y a una historia tan rica que seguro será fuente de inspiración de cada vez más creadores. La obra está editada por la editorial Anaya, responsable también de otra novedad que está a punto de llegar a las librerías para dar la enésima vuelta de tuerca a la figura de uno de los músicos más grandes que hayan existido. Se trata de La amada inmortal (El joven Beethoven), una novela en la que el autor Vicente Muñoz Puelles se aproxima a la figura del gra n músico alemán, a través de la historia de una aprendiz de encuadernación llamada Renata Tarrach que, en el incendio ocurrido en 2004, participó en la cadena humana que permitió salvar varios miles de ejemplares de la famosa Biblioteca de la duquesa Ana Amalia, en la ciudad alemana de Weimar. Nuestra protagonista descubrirá una carpeta que contiene un cuaderno en el que Beethoven, de su puño y letra, se dirige a una mujer desconocida, a la que cuenta, en un tono íntimo, varios momentos de su vida, desde la infancia hasta el momento de la escritura ,en 1812, cuando el genial músico contaba con 41 años. El manuscrito está lleno de referencias a la obra y a las fuentes de inspiración de un artista que influirá en todos los ámbitos hasta la actualidad.