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Shaham: "Zubin Mehta me decía que sin nervios no merecía la pena salir a tocar"

El violinista estadounidense, uno de los más alabados por la crítica, actúa hoy en Oviedo con la Sinfónica de Saint Louis

Gil Shaham.

El Auditorio de Oviedo acoge esta tarde por la que será, sin duda, una de las citas imprescindibles de la temporada para los aficionados al violín. El estadounidense Gil Shaham, uno de los intérpretes más alabados por la crítica y el público en todo el mundo por su musicalidad y depurada técnica, ofrecerá esta tarde a las 20 horas el concierto para violín de Erich Wolfang Korngold.

Estará acompañado por la Orquesta Sinfónica de Saint Louis (Missouri, Estados Unidos) y su director titular, David Robertson. El programa que ofrecerán esta tarde, de clara inspiración americana, se completa con "The Chairman dances: foxtrot para orquesta", de John Adams, y la Sinfonía en mi menor, op. 95 "Del Nuevo Mundo", de Antonin Dvorák. El concierto de hoy en Oviedo pone punto y final a la gira que el violinista y la orquesta llevan realizando esta semana por España.

Tremendamente calmado, con la amabilidad y paciencia que le caracterizan, en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA, Shaham se muestra desde el primer momento interesado por Oviedo y la vida musical de la ciudad, a pesar de que esta no es su primera visita a la capital asturiana. Sus grabaciones interpretando música de Pablo Sarasate han dado la vuelta al mundo por la perfección técnica que alcanza con el violín. Se siente muy cómodo con la música del compositor español. "No hay duda de que Sarasate fue un gran violinista, de fama mundial. Mi mujer, Adele Anthony -otra reconocida violinista afincada en Estados Unidos- vivió durante algún tiempo en Navarra, y fue ella quien me descubrió sus obras. Para ella, España es como su segunda casa", comenta entre risas.

En la charla, Shaham menciona los éxitos que sus interpretaciones de este concierto de Korngold le han reportado por todo el mundo. "Es un concierto que tiene varios temas extraídos de bandas sonoras de películas que él mismo escribió, porque Korngold era realmente un compositor de Hollywood. Por ejemplo, reutiliza materiales de películas como 'Another Dawn', 'Juárez', 'Anthony Adverse' y 'The Prince and the Pauper'. Para él no hay ninguna diferencia entre la música que se interpreta en las salas de conciertos y la que aparece en los cines, y este concierto es buena prueba de ello", asegura.

Korngold, de origen judío, fue uno de tantos compositores que tuvo que huir a Estados Unidos por la persecución que los nazis en Europa. "Su historia es asombrosa, tenía un talento maravilloso, hasta el punto de que cuando vivía en Viena fue con 10 años a escuchar la ópera 'Elektra' de Richard Strauss, y cuando llegó a casa pudo interpretarla de memoria al piano. ¡Yo nunca podría haber hecho nada así! Sin embargo, su infancia no fue muy feliz, el mundo de la música está repleto de envidias, y eso que cuando vivía en Viena era apenas un adolescente", dice Shaham, un gran conocedor de la vida de Korngold. Añade: "Tampoco las décadas de 1930 y 1940 fueron precisamente relajadas para él, tenía que mantener a su familia, y para ello escribió música que acompañase a esas películas. Cuando en el año 1945 terminó la guerra, se estrenó al fin el concierto para violín".

Cuando se le pregunta por su infancia, Shaham asegura que comenzó a tocar el violín con aproximadamente 5 años. Sus padres, músicos profesionales, lo consideraron oportuno, y siempre ha convivido con su instrumento, hasta que con el paso del tiempo se convirtió en su trabajo. "Después de tantos años, debo reconocer que cuando salgo a tocar siempre estoy nervioso. Cuando era más joven, tendría aproximadamente veinte años, un día hablaba de este tema con el director Zubin Mehta, y me decía que sin los nervios esto no merecería la pena. Su comentario me quedó grabado, pero sólo recientemente he comenzado a darme cuenta de lo que quería decir".

Shaham no vendrá solo a Oviedo, le acompaña su violín, el Stradivarius que toca desde hace años y que lleva el nombre de "La Condesa de Polignac". Construido en 1699 por Antonio Stradivari, el más famoso de esta familia de luthiers, es un instrumento realmente único, ligeramente más alargado de lo normal y también con una caja de madera más estrecha. "Stradivari estuvo probando entre 1690 y 1700 con nuevas formas para sus instrumentos, un poco más largas. Sus violines fueron magníficos incluso cuando trataba de innovar. Este instrumento es muy valioso para mí, y no sólo por su valor económico, su sonido es mágico".

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