A Marian Osacar, directora de la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (Feten), se la adivinaba ayer feliz por la afluencia de público a las casi doscientas representaciones programadas en Gijón durante su semana más teatrera. Es una cita de referencia nacional, como se sabe, pero a sus organizadores les gusta sólo lo justo especular con el número de espectadores. Saben que las salas vienen llenándose desde hace años y que la asistencia a los espectáculos de calle depende casi siempre, más allá de la calidad de las compañías, de que no llueva. Y es difícil que en febrero, el mes en que viene celebrándose el festival, no amanezca algún día tempestuoso, de esos que disuaden al más aficionado. Aun así, la cifra de público asistente a las distintas funciones suele estar entre las 30.000 y las 35.000 personas, según el balance de años anteriores. En esta vigésimo sexta edición se espera, sin embargo, un resultado de récord: 40.000 espectadores.

"La verdad es que el tiempo está ayudando lo suyo, con mucha gente en la calle", explicó la directora de Feten. Si nada se tuerce hoy, día en el que la feria entregará sus premios y bajará el telón en en el teatro Jovellanos con "City Ice" y su "Peter Pan en el desván encantado", la de este año será una de esas ediciones importantes, que marcan una inflexión positiva en la historia de un festival que, pese a estar plenamente consolidado, aspira a un mayor relieve internacional.Ha sido la convocatoria en la que más compañías han solicitado su participación (setecientas, de las que se han seleccionado setenta y siete) y será , gracias al anticiclón de estos días en los que se han alcanzado los diecinueve y los veinte grados de temperatura, la que más público reúna.

La organización ha optado, incluso, por ampliar los horarios de las zonas de juegos habilitadas en el paseo de Begoña y en la plaza Seis de Agosto. Sólo los conciertos con cincuenta y cinco colegios asturianos (cuarenta y tres gijoneses) han llevado unos cinco mil niños a los espectáculos.

Esta favorable respuesta de un público con un arco generacional que va del bebé al abuelo contribuye a esa moderada exultación de la directora de Feten, pero también la calidad de muchos de los espectáculos que se ha visto y los encuentros que se pautaron, el pasado martes, entre los representantes de las compañías y los programadores. Conversaciones de ocho minutos de los que dependen actuaciones y otros bolos. Gijón y Feten son un punto de atención, durante una semana, de decenas de profesionales que se acercan a la ciudad para ver, oír y contratar si llega el caso.

El teatro para los más pequeños (de cero a cuatro años) estuvo ayer muy bien representado por los madrileños de "Baraka Teatro". Llevaron al Antiguo Instituto "Oceanus", media hora de avivamiento de los sentidos mediante luces, sombras o el agua y sus músicas. Fue una jornada en la que se programaron los trabajos de dieciocho compañías. La mañana fue para los castellano-leoneses de "Cal y Canto Teatro" y "Títeres de María Parrato", además de los valencianos de "La Teta Calva".

La representación asturiana (amplia en esta edición de Feten) la tuvieron ayer "El Callejón del Gato" y Adrián Conde. Los primeros llevaron a la sala de ensayo del teatro Jovellanos su "Cyclo", que desarrolla un mensaje sobre la solidaridad a partir de una bicicleta y un árbol.