Íñigo Santamaría es biólogo molecular en el HUCA. Pero su gran afición son los musicales. Y tal pasión la ha convertido en una obra titulada "Desde 'Al sur del Pacífico' hasta 'Más allá de la Luna' " que pesa 10 kilos repartidos en tres volúmenes y 1.600 páginas. Una edición de lujo que abarca 700 musicales, los estrenados en España desde 1955 con el aterrizaje de "Al sur del Pacífico". "Fueron seis años de trabajo", dice Santamaría a LA NUEVA ESPAÑA. La obra es un homenaje a su compañero Xavier Martínez, ya fallecido, con el que compartió la afición. Homenaje total, ya que está firmada por ambos. "El punto de partida fue una colección de programas de mano que teníamos. Él trabajaba en teatro, estuvo de regidor con la Compañía de Danza, con Nacho Duato. También había estado de regidor en 'West Side Story' y en 'Grease'. Xavi se murió hace siete años. Y hacer esto para mí fue una terapia". Tras seis años de mucho trabajo, la obra está en la calle con prólogo del actor Josep Maria Pou. "Dice que es consciente de que la obra es un homenaje a Xavi. Y de que si no fuera por eso hubiera tirado la toalla", cuenta Santamaría. Así pues desde 1955, con el citado musical "Al sur del Pacífico" ("Pacific South"), de Hammerstein y Rodgers, estrenado en el teatro de la Zarzuela de Madrid, hasta "Over the Moon", estrenado en Barcelona en 2012, se encuentra todo lo acontecido del género en España. De Asturias se incluyen tres: "Simplemente febrero", "Sesfebú" y "El alma de la melodía".
" 'Al sur del Pacífico' me parece fundamental. Fue un empeño personal de Luis Sagi-Vela, que convenció a Tamayo para traerlo. Incluso la producción del Teatro de la Zarzuela fue superior a la de Nueva York. Y de repente se introdujo el género en España", argumenta Santamaría, que apunta como un buen primer éxito "El hombre de La Mancha", con José Sacristán y Paloma San Basilio. En cuanto a los espectáculos más tipo pop/rock o similares señala "Jesucristo Superstar" (1975), una de las obras en las que figura el asturiano Nacho Artime. Santamaría remarca las dificultades políticas y los "insultos a Camilo Sesto". No se olvida del buen resultado de "Evita" y de "Hair", que hasta "que murió Franco no se anunciaba con su título y se hacía de tapadillo en una discoteca", relata. También destaca el impacto de la primera producción de "Los miserables", en 1992, "también producida por Tamayo con textos del hijo de Plácido Domingo. Era la primera vez que se hacía una franquicia en España", precisa.
Claro que hay rémoras, como "Cats", que se hizo "aquí casi veinte años después del estreno en Londres". En el asunto de las franquicias, cita "El fantasma de la ópera", "La bella y la bestia", "Mamma mia!" y "El Rey León", entre otras. "Funcionaron bien". Pero hay algunas que se quedaron en el camino del éxito, como "Víctor o Victoria". "Pero, con todo, el musical en España cuajó a su manera", matiza.
Hace además una reflexión sobre las que llegaron "tras la muerte de Franco, donde también entraron todas las de destape. "Ese musical fue un poco enseñar carne, aunque en Barcelona era más cómico porque para eso ya estaba el Paralelo". El único que era de no enseñar carne fue "Las divinas", que "fue por cierto el debut de Luz Casal. Ella hacía de Raquel Meller. Muy bonito y un vestuario cuidado, muy chulo, pero no funcionó".
Entre el potente anecdotario cuenta la primera vez que se hizo "El hombre de La Mancha", con Sagi-Vela y Nati Mistral. "Fue en los años sesenta. Invitaron al autor y, claro, el hombre dijo: '¿Esto qué es?' Lo que hicieron fue coger el 'Quijote' y hacer las canciones. A partir de ahí pidió ver antes la estructura".
En fin, nada mejor que consultar esa obra para conocer al detalle cualquier anécdota y dato sobre los musicales que han pasado por España, como el empeño de Marujita Díaz por hacer "Caridad de noche" ("Sweet Charity"), que se pagó ella misma.
