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BLANCA ESTHER ARANDA | Presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas

"El vientre de alquiler conlleva la explotación de las mujeres, sobre todo de las mujeres pobres"

"Los partidos políticos no toman una postura clara sobre la mal llamada 'gestación subrogada' por la presión del lobby homosexual"

Blanca Esther Aranda.

Blanca Esther Aranda Rilo preside la Federación de Asociaciones de Mujeres Progresistas. Ayer inició en el Centro Municipal de El Llano, en Gijón, un ciclo de charlas sobre los "vientres de alquiler". Esta federación feminista afín al PSOE abandera la oposición a la legalización en España de la llamada "gestación subrogada", un debate abierto por la iniciativa de Ciudadanos de llevar el asunto al Congreso.

-Ustedes hablan de "vientres de alquiler".

-"Gestación subrogada" es un eufemismo para llamar a un contrato comercial entre dos partes desiguales al objeto de adquirir un bien que es una criatura sometida a controles de calidad. Eso es así. Además, el certificado de idoneidad de las personas que quieren ser padres no es otro que el dinero. Si tengo dinero acudo a una gestante en el extranjero para que tenga a mi hijo. Y eso en España es ilegal. Pero hay quien intenta convertir la paternidad en un derecho y no deja de ser un deseo. Tenemos que acabar con algo que conlleva la explotación de las mujeres y, especialmente, de las mujeres pobres. Ninguna mujer rica cede su útero de forma altruista para gestar el hijo de otros.

-¿Bebés bajo control de calidad?

-Sí, porque en esos contratos existe la opción de devolución por parte del comprador, que puede obligar a la gestante a abortar si, por ejemplo, el feto tiene síndrome de Down. La gestante no controla el proceso, se limita a incubar la vida de otro. Los contratos en California son los que tienen más regulado esto. No deja de ser un producto que vale 120.000 euros. Les da igual que sea un bebé que un bolso.

-¿Por qué se movilizan?

-Porque ningún partido está tomando ninguna postura clara.

-¿Por?

-Por la presión del lobby gay.

-Parece usted un obispo.

-Pero es así. Me duele que las feministas, que siempre hemos apoyado las causas del colectivo gay, encontremos ahora esta inquina de un cierto sector que considera que tiene derecho a explotar el cuerpo de las mujeres porque ellos no pueden tener hijos.

-Estaríamos en algo así como un machismo homosexual.

-Eso lo ha dicho usted.

-¿Por qué ese miedo de los partidos políticos a los gais?

-Porque no dejan de ser una bolsa de votos muy importante. Además, yo creo que las clases dirigentes no están formadas en este tema. La ética se está dejando de lado.

-En definitiva: de legalizar, nada.

-Vamos a por todas. Hay que restringirlo más, que ninguna pareja española pueda ir a comprar un bebé y utilizar a una mujer para hacerlo. Hay que poner más restricciones para que no se puedan inscribir en el registro español a los hijos concebidos por vientres de alquiler en el extranjero.

-¿Y qué alternativas ofrecen entonces a las personas que no pueden tenerlos?

-La adopción. Tenemos que hacer que el proceso resulte más ágil, ahora es interminable. En beneficio de todos, sobre todo del menor.

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