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GABRIEL ROBLES | Percusionista formado en el Conservatorio de Oviedo y titular de la Sinfónica Staatsorchester Kassel de Alemania

"Lo que estudié de música en Asturias fue clave en mi carrera"

"Me decanto por la vertiente alemana, con Mahler o Strauss, pero echo de menos a los grandes autores españoles"

Gabriel Robles.

Gabriel Robles es el actual percusionista principal de la orquesta alemana Staatsorchester de Kassel, una de las más prestigiosas y antiguas del país teutón. Robles nació en Valencia de Don Juan (León, 1988), pero hizo su carrera de música en el Conservatorio de Oviedo. En su tiempo de estudios en Asturias, entre los años 2007 y 2011, fue colaborador de Oviedo Filarmonía y de la OSPA. En esta charla con LA NUEVA ESPAÑA recuerda su experiencia y aprendizaje en Asturias y también lo vivido en Alemania.

-¿Cómo fue su paso por el Conservatorio de Oviedo?

-No hace muchos años de ello. Tengo un buen recuerdo, tanto de tocar con la orquesta y la banda del Conservatorio Superior de Música como de refuerzo en la sección de percusión de la Oviedo Filarmonía y la Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA).

-¿Mantiene algún contacto profesional en Oviedo?

-Lamentablemente, ninguno. Mi última vez en Oviedo fue para dar una master class en el Conservatorio Superior, en 2015, aunque todo contacto profesional ya se había perdido en cuanto me trasladé a Alemania en 2013.

-¿En el Conservatorio ovetense qué estudios hizo exactamente?

-Estuve estudiando durante cuatro años para obtener el título superior de música en la especialidad de Percusión. Durante este periodo de tiempo también compaginaba mis estudios en Madrid en la academia Madrid Okho Percusión. Gracias a mis profesores en Madrid y a Rafael Casanova y David Valdés en Oviedo pude adquirir muchos conocimientos y diferentes técnicas que me han ayudado en mi camino como músico profesional.

-¿Por qué la percusión?

-Es una historia interesante, ya que mis comienzos fueron con el piano en la escuela municipal de mi pueblo, Valencia de Don Juan. Mi profesor animó a mis padres a que me llevasen al Conservatorio de León, y a la hora de elegir instrumento mis dos primeras opciones estaban ocupadas. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue la batería. Esa decisión tomada en segundos ha condicionado a partir de entonces parte de mi vida.

-¿Cuándo sintió que la música clásica era lo suyo?

-Creo que no es cuestión de que la música clásica sea lo mío. Me gusta la música en general, tanto escuchar un buen concierto como participar en él. En mi caso se trata más de sentimientos, de lo que la música transmite al oyente o incluso lo que la música transmite al propio músico mientras la interpreta.

-¿Cómo fue su recorrido para llegar a percusionista principal de la orquesta Staatsorchester de Kassel?

-La verdad es que no muy largo en el tiempo, pero con muchas paradas intermedias. Después de mis estudios en Oviedo y en Madrid me trasladé a Weimar para realizar un máster en especialización orquestal. Durante esos dos años fui becario en la orquesta de la ciudad, la Staatsorchester de Weimar. Cuando acabé mis estudios gané la plaza de percusionista principal en la Thüringer Symphoniker y dos años más tarde gané la plaza de percusionista principal en la Staatsorchester de Kassel, donde trabajo actualmente.

-¿Hay mucha diferencia de trabajo con respecto a España?

-En cuanto a una orquesta sinfónica se refiere, el trabajo suele ser similar. Si nos referimos a una orquesta de ópera, como en la que yo trabajo, la cosa cambia un poco. En España las producciones suelen moverse de un teatro a otro y en Alemania suelen ser producciones hechas en cada teatro. La diferencia básica es que una ópera en España suele estar unas semanas o un mes en cartel, por lo que los músicos se dedican intensivamente a ello en ese periodo de tiempo. Aquí la cosa cambia, ya que montamos una ópera y se representa durante toda la temporada, incluso se sigue con ella en temporadas posteriores. Como ejemplo, en el teatro de Kassel somos más de quinientos trabajadores fijos, entre orquesta, coro, actores, cantantes, ballet, técnicos, etcétera. Todo esto para poder cubrir todas estas necesidades.

-¿Hay algún elemento de la percusión que prefiera o por el que se le valore aún más o depende del tipo de obra y autor que intérprete?

-Eso es parte del encanto de la percusión, cada día puedes estar tocando un instrumento diferente. Como preferencia no tengo ninguna, pero como español se nos valora mucho por cómo tocamos la pandereta o las castañuelas, ya que dentro de nuestro repertorio nacional nos encontramos muchas partes donde estos instrumentos han de ser interpretados con destreza, por ello estamos más acostumbrados.

-¿Hay algún autor que usted prefiera?

-Sería muy complicado, ya que me gustan demasiados compositores, pero me decanto más por la vertiente alemana, como pueden ser Richard Strauss o Gustav Mahler. He de decir que desde que llevo en Alemania echo de menos a los grandes compositores españoles y sus fantásticas obras.

-¿Cuál es la función de un percusionista principal respecto otros?

-La tarea principal se basa en tocar las partes más complicadas o que tengan mayor presencia en la obra. En el trabajo que el público no ve también nos toca la organización de partituras, buscar refuerzos en caso de que tu sección lo necesite y organizar el instrumental que precisas para cada programa con los atrileros de la orquesta.

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