«Si nunca has suplicado de rodillas que no te abandonen, si no te has arrastrado a los pies de la persona que amas y no la has seguido babeando hasta el ascensor y por favor, por favor, y que harás lo que quiera, pero por favor€ si no te has desgarrado en la soledad de tu casa, ni has besado su fotografía con una ternura que desconocías, ni has apretado su camiseta contra tu cara y la has olido y la has empapado de tus lágrimas, entonces es mejor que me dejes en paz y te vayas por ahí, porque no entenderás ni una palabra de lo que quiero contarte, ni una sola palabra».

La nueva novela de Celso Castro es como un ovillo sin fin para el lector atento; una triste historia sobre la esclavitud del amor total, sobre todo cuando no es recíproco. Un joven poeta se enamora con locura de Sylvia, una bella mujer mayor que él con la que mantiene una tortuosa relación. Los ecos del Werther de Goethe parecen evidentes. Los grandes temas del autor rodean la historia: la relación entre madre e hijo, la enfermedad y la búsqueda incansable de felicidad en el amor.

Castro (La Coruña, 1957) ha encontrado en su Galicia natal la atmósfera perfecta para todas sus ficciones. En 1995 publicó su primera novela, De las cornisas, con el seudónimo "m. de verganza". Sus siguientes obras, Dos noches (2001), El cerco de Beatrice (2007, Ediciones del Viento), El afinador de habitaciones (2010, Libros del Silencio) y Astillas (2011, Libros del Silencio) ya llevaban su propia firma. En 2015 se estrenó en Ediciones Destino con entre culebras y extraños.