El programa desarrollado por la Consejería de Sanidad y el Colegio de Farmacéuticos de Asturias que permite la realización de pruebas rápidas para detectar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en diez farmacias del Principado ha sido elegido por el periódico Correo Farmacéutico como una de las mejores iniciativas de 2016 en el apartado de política farmacéutica e iniciativas legales.

La directora de Política Sanitaria de Asturias, María Jesús Merayo, recogió el premio este lunes durante el acto organizado en Madrid por la publicación y en el que participaron más de 600 personas.

Según detallan desde la Consejería en una nota, el objetivo del proyecto es aumentar el diagnóstico precoz en las personas infectadas por VIH en Asturias por medio de una mayor accesibilidad de la población a las pruebas, especialmente en el caso de los pacientes que tienen menos contacto con el sistema sanitario o que son reticentes a acudir a él.

Estas pruebas de diagnóstico rápido están dirigidas a todos los mayores de 16 años que hayan tenido prácticas de riesgo. Este programa complementa la prueba convencional de detección de VIH que se sigue realizando de forma gratuita en hospitales y centros de atención primaria. También se mantienen las pruebas rápidas en las unidades de infecciones de transmisión sexual (ITS) de Oviedo y Gijón.

El test, que se realiza de forma anónima y con plena garantía de confidencialidad, se practica con una pequeña muestra de sangre obtenida por punción en un dedo. El resultado se conoce al cabo de 20 minutos. En caso de resultado negativo, para que éste sea fiable y pueda descartarse la infección es necesario que hayan transcurrido al menos tres meses desde la última práctica de riesgo. Si el resultado es positivo, deberá ser confirmado con un análisis más específico, por lo que se derivará al usuario al centro hospitalario de referencia.

La Dirección General del Salud Pública y el Colegio de Farmacéuticos han desarrollado conjuntamente un protocolo de actuación para los profesionales que, por otra parte, han recibido la formación específica, tanto para la realización de la prueba como para la comunicación de resultados.

Las farmacias asturianas han mantenido a lo largo de la historia un claro compromiso con la salud pública y aúnan los requisitos adecuados para llevar a cabo esta prueba: son muy accesibles al público, cuentan con profesionales formados y garantizan la confidencialidad. Aquéllas que están acreditadas se identifican claramente en su exterior.