Debargue ante Mozart

El pianista francés, que actúa el domingo en Oviedo, enfoca sus recitales "como una especie de meditación"

Lucas Debargue.

Tras la reciente cancelación de Martha Argerich, el parisino Lucas Debargue será finalmente el pianista que el domingo actúe en Oviedo, en una nueva edición del ciclo las Jornadas de Piano Luis G. Iberni, que cuentan con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA, y que se celebrará en el Auditorio de "Príncipe Felipe" de la capital a las 19 horas.

Lucas Debargue (1990) obtuvo el primer premio en el IX Concurso Internacional de Piano Gaillard (Francia) y en el año 2015 quedó cuarto en el décimo quinto Concurso Internacional Tchaikovsky para piano que se celebra en Moscú, en el que obtuvo también el premio especial de la crítica. Para este joven pianista francés, los concursos son un buen trampolín para comenzar una carrera como solista, "ya que habitualmente, es difícil que la gente joven obtenga oportunidades para tocar como solista si no es a través de esta vía. Además, los concursos nos sirven para prepararnos para la vida profesional", asegura.

En el concierto que ofrecerá el domingo en Oviedo le acompañan la "Kremerata Báltica", la orquesta de cámara fundada por Gidon Kremer, violinista de fama internacional y su actual director, que también pasará por Oviedo. La formación, formada por 27 jóvenes músicos de distintos países, celebra este año el veinte aniversario de la orquesta.

La relación de Kremer con Debargue es bastante estrecha desde hace un año, cuando ambos ofrecieron una gira de conciertos por Asia. Reconoce Debargue que la labor de la "Kremerata" para la promoción del talento joven es un proyecto que merece muchísimo respeto, y en el que está contento de poder formar parte ahora.

El concierto que interpretará en el Auditorio es el Concierto nº 8 para piano y orquesta "Lützow" de Mozart, quien lo escribió con veinte años. "La música de Mozart tiene algo especial porque es capaz de hablarle a las emociones a pesar de su simplicidad aparente. Este concierto es una obra ya de madurez, pero aún se dejan sentir el entusiasmo y la frescura del joven compositor, y eso es lo que más me interesa mostrar cuando lo interpreto", explica Debargue.

Además de ofrecer giras de conciertos con distintas orquestas europeas, Debargue se interesa por los recitales para piano solo. "Para mí son como una especie de meditación. Se pierde el diálogo con los demás músicos que también están en escena durante un concierto, pero la atmósfera intimista que se crea es algo mágico. Interpretar este concierto de Mozart con una orquesta de cámara como ésta también crea unas sonoridades, un recogimiento especial, muy íntimo, que sólo este genio de la música logra".

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