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Los científicos, contra las terapias mágicas

La organización en salones de la Administración pública de actos de vendedores de teorías pseudocientíficas indigna a los investigadores asturianos, que exigen su prohibición

Los científicos, contra las terapias mágicas

Los científicos asturianos están indignados por la cesión de espacios públicos para conferencias sobre teorías pseudocientíficas "mágicas" que, según su opinión, sólo pretenden "engañar" a los ciudadanos. Esta es la protesta y el "profundo malestar" que la Asociación de Divulgación Científica de Asturias (ADCA) ha hecho llegar a los responsables de la Biblioteca de Asturias, en El Fontán (Oviedo), por ceder su salón para un ciclo titulado "Física cuántica y espiritualidad", organizado por una entidad llamada Rosacruz Áurea.

Los "rosacruces" abogan por "una vivencia diferente de la espiritualidad" para experimentar "la verdad universal". Y eso se conseguiría, según sus propias palabras, a través de "un proceso alquímico de transmutación integral, cuyo resultado será el nacimiento de un nuevo ser del Alma que trasciende los valores y las limitaciones del ego y está unido al Espíritu Universal".

La primera charla se celebró ayer. Hoy hay otra. Corren a cargo de una persona que se presenta bajo el título de "licenciado en Farmacia". Los científicos de ADCA -todos profesionales de distintas áreas en la investigación y docencia de Física, Química, Biología o Medicina- subrayan que "a pesar de la especialización que se le atribuye al conferenciante no existe ninguna base científica para relacionar la Física Cuántica y el alma humana, el espíritu, la conciencia o cualquier otra entidad espiritual". En resumen, establecer esa conexión "sólo pretende engañar a los ciudadanos y proporcionar un marco de aparente respetabilidad a las palabras del conferenciante".

Los científicos de ADCA no sólo se han movilizado por este caso de los rosacruces. También, en días pasados, escribieron a los ayuntamientos de Langreo y Lena para que no prestasen sus espacios públicos a los actos promocionales de Josep Pàmies. Este horticultor catalán, que al final intervino en un hotel langreano, es un polémico abanderado de la medicina alternativa y del "dulce poder de las plantas". Sostiene que "el actual sistema (sanitario) es tan canalla que pone vacunas que no son necesarias". También difunde que puede curar enfermedades como la diabetes tipo 2 o que es capaz de mejorar un cáncer terminal con una dieta y algunas de sus plantas. Dice también que estos vegetales son más efectivos que la quimioterapia y, además, sin efectos secundarios.

Los científicos de ADCA remitieron una carta-informe a cada uno de los ayuntamientos donde iba a estar Pàmies advirtiéndoles de que el acto ponía en peligro "la salud de los ciudadanos" y que tenía como fin "promocionar y vender de forma ilegal diversos productos con pretendidas finalidades terapeúticas" y también el de "promover terapias y tratamientos que no están respaldados por la más mínima evidencia científica y se consideran falsas medicinas o pseudoterapias (auténticos fraudes sanitarios").

Contra todo este tipo de "postverdad" -antes simplemente llamada mentira- protestan los científicos de ADCA. Contra eso y contra que se cedan locales de las distintas administraciones para actividades que difunden tamañas ficciones. Por su parte, y en el caso de las charlas sobre física cuántica y espiritualidad, la directora de la Biblioteca de Asturias argumenta que se limitó a cumplir con la ley y ceder el uso del salón de actos a una asociación que lo solicitó. Tras las pertinentes consultas, comprobó que se encuentra legalizada. La misma funcionaria reconoce que no comparte en absoluto los contenidos de la charla, y también los considera absolutamente acientíficos, pero matiza que no puede ejercer por su cuenta una censura del acto. "Si acaso, esto tendría que decírmelo un juez". También matiza que la Biblioteca de Asturias "no tiene nada que ver" con la organización de ese ciclo de conferencias a cargo de una entidad que propugna tener un conocimiento misterioso e intuitivo de las cosas divinas.

La responsable de la Biblioteca indica que, acaso, la forma de contrarrestar la afluencia a esta clase de charlas sería que los propios científicos ofrecieran sus conferencias divulgativas.

En una carta de protesta enviada por ADCA a la directora de la Biblioteca, y firmada por la presidenta de esta asociación de científicos, Teresa Valdés-Solís, se incide precisamente en ese punto. "Tanto en el conjunto de la sociedad asturiana como en la propia Asociación de Divulgación Científica de Asturias de la que formamos parte hay muchos investigadores, profesores, escritores, artistas y demás personas excelentemente preparadas que estamos dispuestos a impartir una charla sobre la verdadera física cuántica si se contacta con nosotros". En esta misiva, los científicos subrayan que la oferta cultural no se puede incrementar "a cualquier precio y a costa de engañar a los contribuyentes exponiéndoles a la dañina pseudociencia, la incultura y el pensamiento acrítico que nada tienen que ver con la ciencia".

Teresa Valdés-Solís añade que la cesión del local implica unos costes económicos, de mantenimiento y servicios "que los organizadores del evento no tienen que asumir". También hace esta reflexión: "La utilización de un espacio público les proporciona un halo de respetabilidad y credibilidad que no adquieren si se desarrolla en un local privado. De ahí nuestro interés en evitar la proliferación de actividades pseudocientíficas en espacios públicos que sostenemos todos".

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