-Mi estado normal es la tranquilidad, relativizo todo. Mi madre me decía "yes igual que xole" y algún revés que me dio la vida...
Segis Meana (Llanera, 1957) es el director de la compañía de teatro aficionado "Chanclos Asgaya", que trabaja en asturiano. Actúa, diseña y construye decorados, escribe obras como "¿Quién ye el postreru?", "Drácula ye teverganu" y "Conspiración pa un asesinatu" y adaptaciones al asturiano de "El médico a palos" y "El avaro", de Molière. Vive en Latores.
-Soy el cuarto de los nueve hijos de un carpintero de Didier y un ama de casa.
- Que trabajaba...
-... Como una negra: nos levantaba y nos hacía los desayunos; cuando volvíamos, estaba la comida; recogía y empezaba a preparar meriendas y cuando acababa, nos daba la cena. Tengo un monólogo de eso. Era hija del secretario del Ayuntamiento de Llanera, que tuvo 22 hijos con dos mujeres. Tuve 6 güelos: la madre de mi padre se casó dos veces, y el padre de mi madre, también.
- ¿Creció en aldea?
-No. Coruño nació sobre la fábrica de explosivos.
- ¿Cómo llegó al teatro?
-En el colegio de los salesianos del Naranco hacían mucho teatro cómico. Representábamos papeles masculinos y femeninos. Entré a los 13 años para hacer oficialía industrial.
- ¿Cuánto estuvo interno?
-Cuatro años. Los tres primeros meses lo pasé muy mal. Todo era disciplina y hacer cola. Éramos 252 chavales de toda Asturias. Lo mejor fue sobrevivir y la relación que creas con gente tan distinta. El año que salí se fundó la asociación de antiguos alumnos, me eligieron para la directiva y tiré por el teatro. No sabía y no funcionó bien.
- Salió tornero.
-Trabajé diez años en industrias Jora. Tuve un accidente grave. Me giró una radial, me dejó un dedo colgando, me cortó el cuello y no me mató porque dio en la mandíbula. En la operación no me anestesiaron bien y pasé cinco minutos creyendo que estaba muerto. Vi el túnel de los cojones y a mi mujer y a mi hija alejándose. Quedé traumatizado, incapaz de volver a coger la radial. Pasé dos años en paro y entré en los recambios de automoción.
- ¿Cómo volvió al teatro?
-Con 40 años. Entré en la Asociación de Padres del Instituto Alfonso II, me pidieron que hiciera algo de teatro y en 1998 representamos el "Retablo jovial", de Alejandro Casona, padres, alumnos y exalumnos. La madre de un alumno me comentó que en el Centro Asturiano tenían un grupo de teatro y buscaban director.
- ¿Cuánto estuvo?
-De 1999 a 2006. Hacíamos cosas como "Un marido de ida y vuelta", de Jardiel Poncela. Más adelante surgió hacer algo de teatro cómico asturiano, que yo desconocía. Soy muy asturiano, pero al principio no me gustaba... hasta que lo entendí.
- ¿Qué hay que entender?
-Hay que distinguir entre el teatro costumbrista, que tiene una temática y unas pautas y es el que borda la Compañía Asturiana de Comedias, que tiene 100 años. A mí no me gusta estar tan constreñido... Cuando formé "Chanclos Asgaya", empezamos con un drama, "Una estrella", de Paloma Pedrero, y me dieron el premio al mejor actor en Vegadeo. Entré en la Federación Asturiana de Teatro Amateur (Feteas) en 2009. Había mucha demanda de los ayuntamientos de teatro en asturiano.
- ¿Cómo se le ocurrió escribir?
-En un cuento Woody Allen decía que Drácula moría de insolación y partiendo de ahí creé "Drácula ye teverganu". Fue premio al mejor texto teatral en los premios "Aurora" y escribí más.
- También fue entrenador de fútbol durante 21 años.
-De alevines a regionales. El mayor error de mi vida fue entrenar a regionales
- ¿Por qué?
-Creen que todo lo saben. Descubrí la evolución de la sociedad: la actitud de chavales de 10 a 14 de hace 30 años cambió respecto a los de la misma edad de hace 10. Al principio, me miraban asombrados. En la última etapa de infantiles tuve que echar a cuatro para casa y decirles que si querían volver los trajera su padre. Tenían una falta de respeto enorme entre ellos, hacia el árbitro y hacia mí y eran chulos con los contrarios...
- Decía que la vida le dio reveses.
-Me casé con 20 años, con la mili sin hacer, y había que buscarse la vida. Después de hacer mil cosas fui perdiendo pasión por la vida y me empezó a ir regular el matrimonio. Nos separamos después de 23 años, con mi hija Aridia de 18 años. Sin problema: marché de casa y me dejó la llave. Pero ella tuvo cáncer y murió poco después. Yo tenía otra pareja, mi hija quedó sola, me quedé con mi hija y perdí la pareja. Ahora tengo otra relación. Mi hija está a punto de hacerme abuelo.
- ¿Qué lugar ocupa el teatro en su vida?
-Mucho, pero si dependiese una relación estable de que dejara del teatro, lo dejaría. Si va a tener que hacerme feliz el teatro en vez de la vida, estoy jodido. Tengo otra afición: la moto de carretera. Fui a Nantes en un día.
- ¿Cuánto tiempo le ocupa el teatro?
-Mucho. Ahora estoy relajado porque hasta abril no hay obras. Solemos ser diez actores. Ensayamos cada viernes y si hay estreno cerca, 2 o 3 veces por semana. Mi jefe me deja tener el material y ensayar en la empresa.
- ¿Funciona el teatro en asturiano?
-Cada vez más. En Feteas hay veintitantos grupos, muy buenos, y a través de ella hice 14 funciones el año pasado.
- ¿Aún descubre cosas?
-Sí, ahora, el drama. Cuando haces comedia es muy gratificante la risa, pero el silencio del drama es impresionante y lo notas.