"The Delta Saints" trasformarán este domingo el teatro Palacio Valdés en un local de conciertos de Nashville. Este quinteto de Tennessee mezcla rock & roll con tintes de psicodelia y soul. Está formado Ben Ringel (voz y guitarra), Dylan Fitch (guitarra), David Supica (bajo), Vincent "Footz" Williams (batería) y Nate Kremer (teclados). La banda está inmersa en una gira europea para presentar su nuevo trabajo, "Monte Vista". Las entradas tienen un precio de 12 euros (anticipada) y 15 en taquilla. Están a la venta en la Casa de Cultura y el Palacio Valdés. Ben Ringel calienta motores con esta entrevista

- Su música conecta con los sonidos tradicionales de América. ¿Les vienen de sangre?

-Pienso que la cultura que mamas va automáticamente en tu sangre. Nosotros crecimos en la cultura americana, así que nos viene de forma más natural que ninguna otra. Musicalmente, todos nosotros crecimos escuchando un montón de música americana: "Alman Brothers", "Parliament Funkadelic", Miles Davis... Pero también tenemos muchas influencias inglesas: "Led Zeppelin", "Pink Floyd", "Radiohead". Es una interesante mezcla.

- ¿Cuál es su contribución al rock and blues?

-Todavía no estoy seguro. Estamos intentando hacer buen Rock'n'Roll y dar buenos conciertos. Los espectáculos han sido siempre nuestra principal fortaleza, y queremos ser una de las bandas que sistemáticamente consiga ofrecer conciertos brutales.

- Su nuevo álbum, "Monte Vista", incluye tonos vintage. El pasado nunca muere...

-¡Todo es un ciclo! Todo regresa en el tiempo. Fíjese si no en "The Black Keys", "Jack White" y "The Rival Songs". Con ellos regresa el sonido "Zeppelin". Se escucha un montón de la música de los 70 y de los 80 en el pop actual. Todo regresa.

- ¿Qué significa Nashville para "The Delta Saints"? Aglutina una gran cantidad de grupos y de actividad musical.

-Todo el mundo en Nashville es músico y forma parte de una banda. Y la mayor parte son mejores que nosotros. Es un lugar muy intenso para hacer música, pero intenso en el buen sentido. Te obliga a ser muy bueno en tu instrumento y tocar siempre lo mejor que puedes, porque si no es así estás muerto.

- ¿Diría que son buenos años para el arte y para ganarse la vida con la música?

-Vivimos un gran momento para el arte. Con tanto malestar político y social, el mundo necesita buen arte sin de forma urgente. Pienso que los mejores periodos para el arte han sido cuando los artistas tuvieron realmente algo que decir y usaron su trabajo para posicionarse contra la tiranía. Espero con anhelo el tipo de arte y de música que fructifique en el mundo en este periodo actual.

- ¿Está usted interesado en temas políticos? ¿Tiene una opinión sobre el cambio presidencial en Estados Unidos?

-Intentamos estar al día de la actualidad. Y creo que no podamos ignorar la política por más tiempo. Nosotros estamos francamente en contra de Donald Trump. Ese hombre es un gilipollas y estamos avergonzados de tenerlo como presidente.

- ¿Cómo es su relación con el público, con los fans? ¿Prefieren el trabajo en la sala de ensayos y de grabación, o son de shows?

-Adoramos los conciertos y la magia de conectar con la audiencia. Es como una droga. Lo bueno que tenemos es que también nos gusta estar en el estudio, porque nos permite crear todo lo que queramos, sin fronteras. Cuando tocas esas canciones en vivo, les das forma y te imbuyes en la magia del escenario y del público.

- ¿Y qué tal es el público europeo? ¿Sienten buenas vibraciones en el escenario?

-Fantásticas.