El grupo musical "Taburete" acaba de dar un golpe de efecto absoluto con su concierto en el Palacio de los Deportes de Madrid. Fueron a verlos 14.500 almas. Y para encontrar bandas con esas cifras en el mundo pop ya sobra una mano.
Eso sí, "Taburete" nunca dejará de identificarse como el grupo del hijo de Luis Bárcenas, Guillermo Bárcenas, y el de Antxon Carreño, nieto del expresidente de la CEOE Díaz Ferrán. Peaje que pagan siempre, incluido en esta charla que mantiene con LA NUEVA ESPAÑA el batería del grupo, Manuel Hevia, médico ovetense que ejerce de urólogo en el Hospital de La Paz de Madrid. La banda viene con sus mejores registros a Oviedo para dar dos conciertos en la sala Estilo de Oviedo (hoy, 21 horas, y mañana, 23).
"Vivo al lado del teatro Campoamor", cuenta Manuel Hevia, que entró en "Taburete" cuando el grupo ya estaba formado: "Me integré cuando conocí a Guille (Guillermo Bárcenas) en una despedida de soltero de un amigo en común. No lo conocía. Le había ido a ver a un concierto en la sala Caracol, pero no lo conocía personalmente", relata el baterista carbayón, que añade que luego "nos pusimos a hablar de música. Le dije que era batería y me propuso que fuera a ensayar con ellos. Hasta hoy". Cuenta Manuel Hevia que recibió clase de batería en Oviedo "pero no había estado nunca en un grupo".
Ahora, familias, hijos y nietos al margen, "Taburete" es un fenómeno que tanto Guillermo Bárcenas como Hevia evocaban minutos antes de saltar a escena en el Palacio de los Deportes de Madrid: "Guille me preguntó si alguna vez pensaba que íbamos a llegar a tanto. Le dije que a tanto, no. Aunque yo sabía que iba a gustar. Yo vengo de otra música distinta. Me gustan muchos estilos y muy diferentes. Sin embargo, las canciones de 'Taburete' gustaban y enganchaban. Pero sí; no me imaginé que iba a llegar a este punto, a congregar a esas 14.500 personas en el Palacio de Deportes (hay otras fuentes que apuntan a 17.000 espectadores). No sé si alguno de nosotros se lo imaginaba".
La gira circula entre los dos discos y alguna versión, "una de ellas la del 'Toro y la luna', en versión más rockera. Tiene fuerza. Y otra que se llama 'Es gratis'", matiza Hevia.
El batería y sus compañeros de viaje musical ya tienen asimilada la vara que se les da con el asunto Bárcenas: "Yo no estaba en los inicios, cuando sólo se hablaba de eso. No tenían disco y la gente hablaba del hijo de tal; el morbo. Luego he leído de todo, pero también muchas críticas buenas". Aunque ahora, añade, con los últimos éxitos del grupo, parece que "está saliendo a relucir lo del hijo de tal, lo del hijo cual, que si llenaron el palacio por ser hijos de quien son? Pero, en fin, ahora ya hay mucha gente que ese tema lo deja de lado. A mí no me importa, pero no se debe de mezclar política con músicas y otras cosas". Tampoco le ha supuesto al grupo ningún encontronazo, ni les pilla por sorpresa eso de que son un grupo para pijos: "Me hace mucha gracia. ¿Quién decide que es un grupo para pijos? Yo vengo de otros estilos, he ido a muchos conciertos heavys. No importa que nos tachen de pijos. Lo que nos importa es que así se meten con la gente que va a nuestros conciertos".
Aunque, precisa Hevia, todo es relativo: "Estuvimos en el Sonorama. Vimos la buena acogida y que era otro tipo de público, gente que estaba encantada. Ahí se rompieron estereotipos, aunque seguirán diciendo que somos un grupo para pijos".
Es "Taburete" un repentino fenómeno de la escena musical española. La banda, que dará dos conciertos en Oviedo, hace guiños a "rancheras o a la copla", pero, en resumen, es "pop puro y duro. El primer disco tenía un poco de esos estilos. No me gusta encasillar, pero sería pop al uso", argumenta. Finalmente desvela que Cervero, el ex del Real Oviedo, tiene muy buena relación con ellos a través de su hermano, con el que hizo la carrera. Cuenta Hevia que el futbolista se prestó a hacer un vídeo para promocionar estos dos conciertos de la banda en Oviedo: "Vendrá a vernos seguro, y habrá alguna sorpresa guardada para la gente".
