Mantener el colesterol en unos niveles saludables puede ser un factor importante para prevenir el cáncer de hígado. Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) publicado en la revista The Journal of Experimental Medicine subraya la importancia de una proteína llamada c-Fos en el desarrollo del carcinoma hepatocelular, una enfermedad mortal para la que no existe un tratamiento efectivo. Utilizando ratones modificados genéticamente, Erwin Wagner, director del programa de Biología Celular del Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y su Grupo de Genes, Desarrollo y Enfermedad, han documentado cómo c-Fos provoca la transformación premaligna de los hepatocitos al alterar el sistema autorregulador (homeostasis) del colesterol y favorecer su acumulación. Estos resultados sugieren que mantener unos niveles saludables de colesterol

“Comprender mejor los mecanismos responsables de los primeros estadios de formación de un cáncer es la pieza clave a la hora de identificar biomarcadores y de desarrollar terapias preventivas”, explican los autores de este trabajo. Con ese propósito, el equipo de Wagner generó nuevos modelos de ratón que le han permitido analizar con detenimiento la fase inicial del desarrollo del carcinoma hepatocelular, algo imposible de realizar con muestras de pacientes. El trabajo ha sido financiado por la Consejo Europeo de Investigación, la Fundación Alemana de Investigación Científica y el Ministerio de Economía y Competitividad.

Los investigadores han podido demostrar que eliminar la expresión de c-Fos en el hígado protegía a los ratones frente a la aparición de carcinomas cuando se les administraban sustancias carcinógenas. Por el contrario, cuando el equipo de CNIO aumentaba la expresión de c-Fos en los hepatocitos se observó la aparición de daño celular progresivo, disfunción hepática (cuantificada a través de distintos parámetros) y transformación premaligna de estas células. Todas estas alteraciones desaparecían al suprimir la expresión de c-Fos en los hepatocitos de estos ratones. Al aumentar la expresión de esa proteína se aceleraba el proceso de formación del tumor.

“Tratamos a nuestros ratones mutantes con estatinas y prevenimos la transformación premaligna de los hepatocitos (las células propias del hígado)”, detalló Latifa Bakiri, autora del trabajo y miembro del grupo de Genes, Desarrollo y Enfermedad del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Estas evidencias científicas sugieren que las estatinas podrían, además de sus efectos conocidos, prevenir el daño provocado por hipercolesterolemia en las células hepáticas y, por tanto, reducir la inflamación y el riesgo de cáncer de hígado.mante

El estudio detalla asimismo la importancia de mantener unos niveles de colesterol óptimos a través de un estilo de vida y alimentación saludables no solo para prevenir enfermedades cardiovasculares sino el propio cáncer hepático.