Todo es ciencia. La física, la mecánica, la astronomía... En la mayoría de los casos, ignoramos las leyes que rigen el universo conocido y no nos planteamos por qué vemos nuestra imagen invertida en una cuchara, de qué manera surge vapor del agua al calentarla, qué es una estrella fugaz o de dónde emergen la niebla y el arcoíris. Quizás alguna vez, hace ya tiempo, nos lo preguntamos, pero al crecer vamos perdiendo esa capacidad indagadora que ha permitido la evolución del ser humano y nos convertimos en animales conformistas preocupados únicamente por llevar un sueldo a casa. Casi siempre es así, hasta que nuestros hijos llegan a esa etapa mágica de las dudas en la que te preguntan por qué crece la yerba o quién produce el viento. Algunos padres se atreven, incluso, a retomar sus clases de física y matemáticas porque se sienten cojos, débiles ante sus retoños y no quieren dejar de ser supersabios a los ojos de sus descendientes, no por el momento.

¿Nunca habéis jugado con vuestros hijos a comprobar si eran capaces de llegar a la cama antes de que la oscuridad inundara la habitación al pulsar el interruptor? No hay mejor manera de explicar la velocidad de la luz, imbatible para ellos incluso el día que estrenan esos "playeros que tanto corren". Por lo general, los niños nunca se dan por satisfechos hasta que obtienen una respuesta comprensible a sus preguntas y ahora tenemos un montón de herramientas para conseguir ese objetivo, es el caso del libro Cómo explicar física cuántica con un gato zombi, una obra del colectivo Big Van, científicos sobre ruedas, un grupo de jóvenes profesionales apasionados por el conocimiento que recorren el país ofreciendo charlas, talleres, conferencias que dejan boquiabiertos a sus pequeños, y no tan pequeños, seguidores. De verdad, si tenéis ocasión, no os perdáis sus espectáculos.

El libro, editado por Alfaguara está lleno de anécdotas y experimentos "low cost" que podréis realizar en casa y que os llevarán a descubrir que la física cuántica está en todas partes, a entender muchos procesos de la realidad y, lo más importante, a nunca dejar de haceros preguntas, esas mismas que se nos vienen a la cabeza cuando alzamos la mirada al firmamento nocturno y nos sentimos minúsculos ante una bella y a veces inquietante inmensidad.

Sabedores de esa inquietud, en la Editorial Juventud han unido al biólogo y catedrático en la Universidad de Salamanca José Ramón Alonso y a la ilustradora e historiadora del arte Beatriz Barbero-Gil para conseguir una obra que encenderá en los más pequeños la chispa del conocimiento. Así, en ¡Mira al cielo! responden a preguntas que puede que no te hayas hecho, pero que, en cuanto las conozcas, desearás saber: ¿Cuántas estrellas hay en el universo? ¿Quién inventó el primer telescopio? ¿Qué animales han viajado al espacio? ¿De qué color es el cielo de Neptuno? ¿Cuántas lunas tiene Saturno?

Un libro ideal para los más curiosos, destinado a los más pequeños, que disfrutarán con las ilustraciones, pero perfecto para cualquiera que sienta curiosidad por el espacio. Y es que no todos los días podrás tener a Pedro Duque disponible para aclararte todas estas dudas. Por cierto, ¿quién no ha querido ser astronauta alguna vez? El primer paso para lograrlo puede que sea abrir un libro.