Fue el filósofo que unió el racionalismo occidental con la mística oriental, un firme defensor del derecho a la muerte digna y un hombre de fuertes principios. El pensador catalán Salvador Pániker falleció ayer, un mes después de cumplir los 90 años de edad.

De padre indio y madre catalana, hermano del también filósofo Raimon Panikkar, Salvador Pániker ya era una figura destacada en los ambientes intelectuales barceloneses cuando fundó, en 1964 y en colaboración con su entonces esposa, la dibujante Núria Pompeia, la editorial Kairós, especializada en ensayo y que sirvió para difundir la filosofía oriental en España. Una empresa que nunca abandonó y que actualmente dirige su hijo, Agustín Pániker.

Doctor en filosofía y en ingeniería, Pániker fue profesor de Filosofía Oriental en la Universidad de Barcelona. En las elecciones generales de 1977, a las que concurrió dentro de las listas de Unión de Centro Democrático (UCD), fue elegido diputado por Barcelona. Un escaño al que renunciaría al poco tiempo para ceder su puesto a Juan de Dios Ramírez, que habría de ser el primer diputado de etnia gitana.

Pániker presidió durante dos décadas la asociación "Derecho a morir dignamente", lo que le convirtió en un referente para todos los defensores de la eutanasia a nivel nacional.

Sus colaboraciones en prensa, donde destacó como un gran divulgador, le hicieron merecedor del Premio Nacional de Prensa. Entre su dilatada producción destacan obras como "Los signos y las cosas", "La dificultad de ser español" y sus "Diarios".