Lo natural es tendencia. La nueva generación digital, de entre 12 y 24 años, se decanta por vías de comunicación ágiles y desenfadadas. Snapchat dio en el clavo con su red para compartir fotos y vídeos con filtros divertidos que, aunque puedan rozar el absurdo, se esfuman en 24 horas. Un cambio de paradigma que ha obligado a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, a equipar todas sus redes sociales de contenido efímero y filtros fotográficos. El gigante tecnológico está decidido a comerle a Snapchat su parte del pastel: un público joven que prefiere poner máscaras a sus "selfies" que alimentar el postureo de redes como Instagram. Las comunidades sociales liberan al usuario de la "esclavitud" de salir perfectos en sus fotos porque permanecerán en su muro para siempre. La nueva era invita a improvisar y jugar con nuestro aspecto gracias a que el marcador de publicaciones se pone a cero cada día.
"Deja a la cámara hablar" es el lema del lanzamiento a nivel mundial de "Facebook Stories", las historias efímeras de Facebook. Una calcomanía de Snapchat que ofrece filtros para fotos y vídeos y la posibilidad de enviar mensajes fugaces sólo a un contacto. Entre las máscaras que ha lanzado Facebook algunas están patrocinadas por películas como "Guardianes de la Galaxia" o "Power Rangers", siguiendo el modelo publicitario de Snapchat. El gigante de la tecnología cierra así el círculo que abrió el pasado verano con el lanzamiento de "Instagram Stories". Una jugada que, a pesar de las críticas por plagiar a la red del fantasma, hizo crecer a Instagram hasta alcanzar los 500 millones de usuarios y consiguió su principal objetivo: ralentizar el crecimiento de Snapchat. Esta función de Instagram la utilizan 300 millones de personas a diario.
En vista del éxito, el contenido que caduca en un día se cuela en cada parcela de la redes de Zuckerberg, incluidos Messenger y Whatsapp. A pesar de que la idea no termina de cuajar entre los usuarios del servicio de mensajería, los estados efímeros de Whatsapp también llegarán a la versión web. Hasta los mensajes que enviamos por los chats clásicos de la aplicación podrán desaparecer si se borran en un plazo de dos minutos, como promete la última actualización.
Snapchat, "carpe diem". Nada hacía presagiar que Snapchat marcaría el rumbo de las redes sociales cuando Evan Spiegel y Bobby Murphy crearon la plataforma en 2011 como un proyecto para una de sus clases en la Universidad de Stanford. Spiegel creyó en el potencial de los medios efímeros y basó su proyecto en una idea tan romántica como el "carpe diem", disfruta el momento sin importar el mañana. Snapchat comenzó a calar en colegios e institutos, entre un público que buscaba comunicarse con sus contactos en una red fuera del alcance de sus padres y sin dejar huella. Nació así la "filosofía Snap" que hoy atrapa a 160 millones de usuarios diarios en todo el mundo, en su mayoría adolescentes. Sólo el 15 por ciento de los usuarios tienen 35 años o más. Su éxito entre los jóvenes le sitúa en el quinto puesto de las aplicaciones sociales más descargadas. Whatsapp, Messenger, Facebook e Instagram, la artillería de Zuckerberg, ocupan las primeras posiciones.
Snapchat es la piedra en el zapato del fundador de Facebook que ha optado por copiarlo tras intentar comprar la compañía en 2013 por unos 3.000 millones de dólares. El crecimiento de la red del fantasma los primeros años fue sorprendente hasta que llegó Facebook a ponerle el palo en la rueda con Instagram Stories. A pesar del golpe, Snap Inc., la compañía matriz de Snapchat, consiguió incrementar el número de ingresos por usuario (alrededor de un euro por persona) y revalorizó su marca en más de un 45 por ciento con su salida a bolsa, a principios del mes de marzo. Sin embargo, la aplicación que ha colocado a sus jóvenes fundadores, Spiegel y Murphy, en el puesto 441 de la lista Forbes de los más ricos del mundo (con un patrimonio de 4.000 millones de dólares), podría sufrir un descalabro bursátil por las embestidas de Facebook.
El lanzamiento de las historias efímeras de Facebook ha provocado la caída de las acciones de Snap en bolsa mientras los valores de Facebook suben. A Snapchat le toca contraatacar rápido sino quiere que su éxito sea tan efímero como sus publicaciones.
