El aceite de palma, en tela de juicio. La Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso de los Diputados debate hoy miércoles la proposición no de ley (PNL) de Esquerra Republicana que plantea evitar, sobre todo en la población infantil, el consumo de alimentos que en su composición contengan grasa o aceite de palma.

La iniciativa pide al Gobierno que inicie las iniciativas legislativas pertinentes para evitar que se fomente su consumo entre la población infantil mediante "ganchos" comerciales como juguetes, accesorios, adhesivos o incentivos no relacionados estrictamente con la promoción propia del producto.

Considera clave apostar por medidas que eliminen de forma progresiva productos que contengan grasa o aceite de palma de las máquinas expendedoras de centros educativos, de salud y deportivos.

Asimismo, el grupo parlamentario catalán aboga por llevar a cabo actuaciones para limitar la publicidad televisiva en horario infantil de alimentos que contengan aceite de palma.

Solicita al Gobierno que inicie en el ámbito comunitario acciones para cambiar el reglamento sobre la información alimentaria facilitada al consumidor para que los fabricantes, distribuidores e importadores de alimentos que lleven aceite o grasa de palma deban informar del contenido en sus envases o etiquetas de manera legible y visual.

En su exposición de motivos, Esquerra señala que el aceite de palma está compuesto por más de un 50 % de grasas saturadas, "mucho más que cualquier otro aceite".

Advierte de que su consumo en exceso está relacionado con un aumento de los niveles de Lipoproteínas de Baja Intensidad (LDL o también llamado "colesterol malo"), lo que incrementa el riesgo de sufrir enfermedades coronarias y una mayor obesidad.

Esquerra recuerda que es una de las grasas vegetales más usadas por los fabricantes de alimentos y está presente en patatas fritas, cereales de desayuno, bollería, galletas, precocinados, congelados, pizzas, margarinas, chocolates, entre otros.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) afirmó que durante el proceso de refinado se sometía al aceite de palma a temperaturas cercanas a los 200 grados centígrados, lo que "libera sustancias cancerígenas de modificar el ADN" por lo que un "consumo excesivo y prolongado en el tiempo podía aumentar las posibilidades de contraer cáncer", insiste.

En 2016, añade, la revista "Nature" publicó otro estudio de un equipo de científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona por la que se relacionaba el efecto de una dieta rica en grasas sobre la metástasis y, en concreto, la presencia de ácido palmítico aumentaba la presencia metastásica de un 50 a un 100 %.