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Urquiola: más allá del techo de cristal

Elena Menéndez reivindica en su tesis doctoral la talla mundial de la diseñadora y su capacidad para vencer las barreras de género

La escenografía de la ópera "L'incoronazione di Poppea", junto a Emilio Sagi.

La historia no es como nos la han contado. La lucha de las mujeres por vencer las barreras impuestas por una sociedad en la que impera lo masculino viene de lejos, y son varias las creadoras y las profesionales que, a lo largo del último siglo y medio, han logrado triunfar en diversos ámbitos, incluyendo el diseño industrial. Pero estos hitos pocas veces se trasladan a los libros. Un olvido casual en algunas ocasiones, premeditado en otras, que ya no alcanzará a la diseñadora ovetense Patricia Urquiola, cuya trayectoria ha estudiado la historiadora del arte Elena Menéndez en una tesis doctoral dirigida por Ana Fernández, defendida ayer en Oviedo y que el tribunal calificó de "magnífica".

Para su trabajo de investigación, la ya doctora -a la que el tribunal concedió la nota máxima, un sobresaliente que a buen seguro lucirá el cum laude una vez se resuelva la parte secreta de la evaluación- renunció a una de las principales armas del historiador, la perspectiva, para afrontar el estudio de una figura que está, en la actualidad, prácticamente en el ecuador de su producción. Una apuesta que el tribunal -formado por Juan Manuel Marín Torres, Zaida Muxi y María del Carmen Bermejo- aplaudió por la valentía de la investigadora y, también, por el resultado de su trabajo.

"Cada proyecto de Patricia Urquiola es único. Es camaleónica, tiene la versatilidad como característica incuestionable, y además emplea su imaginación y maneja múltiples referencias sobre arte al servicio de la creación", señaló Alicia Menéndez, en una sólida exposición.

Para contextualizar de forma adecuada la producción de la diseñadora ovetense, la historiadora comienza su tesis con una gran panorámica sobre la historia del diseño y el papel de la mujer. Una base que le permite situar, a través de una detalladísima biografía completada con un catálogo de sus obras, la figura de Urquiola dentro de la historia del diseño. Dentro de este recorrido vital, Menéndez revela los hitos de la formación de Urquiola, nacida en Oviedo en 1961: una educación completa, con varias estancias en el extranjero, que la dotará de un gran bagaje cultural; la decisión de trasladarse a Italia para completar su formación, el aprendizaje con el arquitecto Achille Castiglioni, la prolongada colaboración con Vico Magistretti en "De Padova" y, ya en 2001, su emancipación profesional, con su estudio en Milán con el apoyo de Patrizia Moroso.

El éxito permitió a la diseñadora romper ese techo de cristal que, en palabras de Elena Menéndez, ha limitado el desarrollo profesional de la mujer. Pero lo ha hecho, además, sin adoptar actitudes masculinas, sino a través de una nueva actitud: "Es una diseñadora del siglo XXI, por no haber renunciado a nada, ni a tener una familia. Es una mujer luchadora y libre de prejuicios".

En toda su andadura, analiza Menéndez, Urquiola se define por su versatilidad y su adaptabilidad a un gusto en mutación continua: "El consumidor del siglo XXI es exigente y reflexivo, domina unas claves que no tenía en el pasado, busca la transparencia de la producción. Esto lleva a Urquiola a realizar un sobreesfuerzo, manteniendo una comunicación continua con el cliente y demostrando flexibilidad", explica la historiadora, a la que la propia Urquiola le ha abierto las puertas de su estudio.

El esfuerzo de la investigadora ha cristalizado en una tesis doctoral que, a decir del tribunal, será un referente para los estudios sobre historia del diseño, y aún más en el futuro. "Urquiola representa una tendencia nueva en el diseño contemporáneo, de lujo sensato y elegancia sostenible. Y ahí podemos vaticinar su atemporalidad", afirma Marín Torres, que presidió un tribunal que alabó la profundidad de la tesis.

La diseñadora asturiana, que esta semana visitó la región para participar en el jurado del premio "Princesa de Asturias" de las Artes, no pudo asistir a la defensa de la tesis por motivos personales. Pero sí que acudió su madre, Lucía Urquiola, quien afirmó que era un día "muy emocionante" para ella y toda su familia.

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