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EMILIO SAGI | Director de escena, dirige "Don Gil de Alcalá" en el Campoamor

"La zarzuela es un género único, las instituciones no la valoran como se merece"

"Es una pena que Oviedo haya perdido los Premios Líricos, le daban mucha relevancia y no se gastaba realmente tanto"

Emilio Sagi, en el patio de butacas del Campoamor. LARA FERNÁNDEZ

Oviedo, Andrea G. TORRES

El director de escena ovetense Emilio Sagi, tan querido por los amantes de la lírica en Asturias, se encuentra estos días en Oviedo preparando "Don Gil de Alcalá", el próximo título que programa el Festival de Teatro Lírico del Campoamor. Se trata de una nueva producción que él mismo dirige y que podrá verse los días 11 y 13 de este mes. Intervienen en ella los cantantes Alejandro Roy, Susana Cordón, Sandra Ferrández, Jorge Rodríguez-Norton, Javier Franco, David Menéndez, Marina Pardo, Vicenç Esteve, David Rubiera y Boro Giner.

- ¿Cómo surge el proyecto de dirigir "Don Gil de Alcalá" y qué novedades se va a encontrar el público?

-Es una ópera cómica que yo tenía muchísima gana de hacer porque es toda una joya. Es la primera vez que la dirijo, pero venía pensando en ella largo tiempo porque mi tío Luis Sagi-Vela la cantaba. Entonces cuando el teatro Campoamor me ofreció la posibilidad de dirigir una obra en esta temporada de zarzuela, les dije que me gustaría que fuera ésta, porque a mí me parece que el autor, Manuel Penella, presenta una colonia (Nueva España) de una manera completamente irreal; algo exótico, elegantísimo... cosa que estoy seguro que no era en absoluto, y que está todo idealizado. Para representarlo, me apeteció hacer una apuesta por la elegancia, casi diría que en un sentido mozartiano. Hay que añadir también la calidad de la música de Penella, un compositor que entre sus éxitos tiene "El gato montés", con el que yo llevo trabajando dentro y fuera de España desde la Expo del 92.

- ¿Y funciona fuera de España?

-Sí, muy bien. Una historia tan pintoresca, llena de toreros y bandoleros como ésa, encanta en otros países. Pero estoy seguro de que también esta producción funcionaría porque es realmente bella. Me da pena que sólo haya dos funciones en Oviedo, pero yo ahí no tengo nada que ver. Aunque es verdad que esta nueva producción ya ha recibido propuestas para llevarla a otros teatros.

- ¿Qué opina del recorte en el número de funciones?

-Creo que el público en Oviedo responde siempre a todas las manifestaciones que tienen relación con la música: sea ópera, zarzuela, ballet o conciertos, siempre hay gente que acude, y el público siempre responde. Además, hay que tener en cuenta que Oviedo es junto con Madrid, la única ciudad que tiene temporada de zarzuela, lo que es muy importante porque es un género que es nuestro y debemos mimarlo, y es también un síntoma de que el público demanda este espectáculo. Por la parte que nos toca, nosotros trabajamos muy duro para tenerlo todo a punto y presentar "Don Gil de Alcalá" con la calidad que se merece, y en cierto modo, me da pena porque sólo se va a poder ver en dos funciones. A veces las instituciones culturales no se dan cuenta de que la zarzuela es un género único y no saben valorarlo como merece.

- ¿La de la zarzuela es la historia de una apropiación indebida del patrimonio cultural para fines políticos?

-Sí, durante la dictadura se utilizó muy mal la zarzuela, y hoy en día aún queda cierto poso del pasado, por lo que muchas veces se piensa en un espectáculo casposo, obsoleto o para una élite, pero no es así. Hoy en día es muy difícil quitar esa idea de la mente de algunas personas. La zarzuela siempre ha estado unida al pueblo, los personajes son siempre populares. Hay en la zarzuela y sus compositores mucho compromiso, basta ver el peso del pueblo en "El barberillo de Lavapiés" o en "Pan y toros".

- Hoy día se encuentran modificaciones muy importantes en las zarzuelas, ¿va a ocurrir también en "Don Gil de Alcalá"?

-No. Aquí el texto es todo cantado. He querido ser lo más fiel posible a la partitura original, de hecho no he querido poner la habanera "Todas las mañanitas..." más veces de la que la incluye Penella, por un respeto hacia el autor y sus herederos. Es cierto que yo en ocasiones he suprimido bastantes cosas de los textos hablados de muchas de las zarzuelas que he dirigido, porque creo firmemente que la gente recuerda siempre la música de las zarzuelas, no las partes habladas. Pero es que, además, el libreto de "Don Gil de Alcalá" es bastante bueno, así que también lo he respetado casi íntegramente, salvo por un par de frases casi imperceptibles.

- Echando la vista a trás, usted que ha trabajado en la temporada de zarzuela de Oviedo desde su creación, ¿qué destacaría de todos estos años?

-Lo primero, el público. Nosotros trabajamos para el público, y el hecho de que Oviedo tenga el privilegio de poder mantener una temporada de zarzuela, que sólo en el teatro de la Zarzuela de Madrid existe una difusión de este teatro lírico, es gracias al público, y es un síntoma también de que las cosas se hacen bien. Aquí han cantado muchos artistas de talla mundial y eso hay que respetarlo. Me hizo mucha gracia la afirmación de que "la exposición del 'Guernica' de Germán Madroñero quita el aire burgués a este teatro", yo creo que el aire burgués a este teatro no sólo lo quita la obra de Germán Madroñero, al que aprecio mucho, pero me parece que el aire burgués aquí lo quitaron montones de artistas maravillosos que entregaron su vida aquí cantando o actuando, y que no eran para nada burgueses. Un teatro que cumple 125 años tiene una historia y un público, y desde luego es algo que no te puedes cargar y hay que respetarlo.

- ¿Qué le parece la supresión de los Premios Líricos del Campoamor?

-Es una pena perderlos. Hay varias ciudades que están interesadas en ellos porque tuvieron mucha trascendencia y dieron a Oviedo mucha relevancia en el mundo de la lírica. Realmente, no se gastaba tanto como se ha querido decir.

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