"Les Luthiers" regalaron a LA NUEVA ESPAÑA uno de esos argumentos suyos tan contundentes como reales: "No tenemos previsto ser más jóvenes dentro de unos años". Tan sabio como su humor. También dijeron que mientras no les dieran el Premio Princesa de Asturias tendrían "titulares" en prensa. Ya tienen el galardón y también un error de predicción: tendrán más titulares. Distinción conseguida tras muchas candidaturas. Nada más saberlo mostraron su satisfacción e indicaron que "reciben el premio con mucha emoción y con alivio porque hace tantos años que coqueteamos" con el Princesa de Asturias "que nos fuimos acostumbrando a la sensación de que tal vez nos lo merecíamos", dijeron en Buenos Aires a Efe.

En su última visita a Oviedo, en el año 2015 con el espectáculo "¡Chist!", entraban en plazo para la celebración de sus cincuenta años en la escena y hubo una propuesta para celebrarlo conjuntamente en el teatro Campoamor, que cumple 125 años. Eso sigue en marcha según explicó el concejal de cultura Roberto Sánchez Ramos y se maneja una actuación para el próximo año, ya que el galardón en el bolsillo.

"Les Luthiers" son el humor del sentido común; y neutro. Se le supone ideología, pero la transmisión es neutra: nada se vislumbra a un lado u otro (o al centro); ninguno de sus números da para elucubraciones, solo para disfrutar de la genialidad de cada palabra, gesto, chiste o instrumento que toquen.

Es una carrera de cincuenta años largos con disco y casetes que han provocado la carcajada constante. Un disco de música aburre en alguna o varias de sus canciones; un disco de "Les Luthiers" no da descanso a la risa. En "Chist" se resume mucho de su filosofía escénica; no todo, claro. Con esa antología pasaron por el auditorio de Oviedo en su última actuación y efectivamente el hilo conductor son dos políticos y/o corruptos (Marcos Mundstock dixit) que se reúnen para variar el himno a favor de sus intereses. Por ahí aparece, a modo de presentación, el músico encargado de hacer la variación; músico que hace estrofas muy simples. Se le orienta para que el himno vaya en dirección del partido del presidente de la República. En ese lío de corrupción le dejan entrever para dónde irá un 20% del pago ante su irritación. Se lo aclaran: "no; el 20% es para ti y el 90% para nosotros". Ese es el pasaje número dos."¡Chist!" empieza con las (canciones descartables) de Manuel Darío,nombre de poeta diría "el cantautor" haciendo gala de su ignorancia. En ese tiempo de entrada ya nacen las primeras carcajadas con el "cantautor" que nadie quería oír: ni la maestra, ni el psiquiatra, ni sus padres... Al poco, tras "La Comisión" del himno, reaparece "La Bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa", donde surge el trabalenguas tras perder los papeles del la letra. Es también donde Mundstock pone su voz de Mastropiero. Más adelante relata que todas las músicas son igual y que las crónicas de las obras son trasladas a sucesos. Y el "Bolero de los celos". Celos de todo; de la luna, de la silla, del "collar de tu cuello", pero, sobre todo, "Celos de tu marido". Excelente el cántico enclaustrado de la "Educación sexual moderna" (con el dubi dubi du de estribillo). "La hija de Escipión", que es el "fragmento de una ópera" con la coña del miedo a Escipión de por medio, que, finalmente, entrega a su hija a hombre sin tantos honores como pedía al principio. También el lío instrumental en el "Encuentro en el restaurante". Para rematar con un muy logrado rap; "el rap de los jóvenes que se van a la discoteca donde encuentran grandes placeres lo que provoca la pregunta: "¿Dónde está esa discoteca?"; o con las drogas ("¿qué droga es esa").

Frases y genialidades escénicas

  • "La Bella y graciosa moza marchose" a lavar la ropa". Es donde surge el trabalenguas tras perder los papeles del la letra. "Todas las músicas son igual y las crónicas de las obras son trasladadas a sucesos".
  • "Celos de todo; de la luna, de la silla, del collar de tu cuello, pero, sobre todo, Celos de tu marido". Mátate estudiando y serás un cadáver culto".
  • El monólogo de Robinovick que presenta Mundstock y, al coincidir en escena, le dice que en lugar de un monólogo pasa a ser un biólogo. Se lían con una conferencia sobre el merengue (danza). "El merengue se puede danzar mientras se hace el batimiento".
  • "No; el 20% es para ti y el 90% para nosotros".

"Les Luthiers" en activo son Carlos Núñez Cortes, Marcos Mudstock, Jorge Marona y Carlos López Puccio

Fallecieron Gerardo Masana y Daniel Rabinovick.