Las nuevas tecnologías se han convertido en el ojo que todo lo ve. El alto nivel de exposición de la vida privada a través de las redes sociales y el último ciberataque a nivel mundial ponen de nuevo encima de la mesa el tema de la privacidad y seguridad en internet. Tres de cada cuatro españoles están preocupados por la protección de sus datos personales en la red, según refleja el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

El uso que Facebook o Whatsapp hacen de los datos personales o las fotos y comentarios que se publican en estas plataformas, preocupan más a la ciudadanía que el avance de la ciencia, por ejemplo. La encuesta del CIS muestra una sociedad más preocupada por su privacidad que nunca. El "Gran Hermano" tecnológico controla nuestros gustos, itinerarios y conversaciones. Su fin, en principio, es publicitario: conocer al usuario lo mejor posible para ofrecerle el anuncio que más le pueda interesar. Sin embargo, existe todo un negocio en torno a los ficheros con datos de los usuarios. En España, por ejemplo, Movistar compró Tuenti en 2010 y pagó una media de diez euros por cada usuario y sus datos (la red social contaba con 8 millones de personas).

El robo de archivos es uno de los principales objetivos de la ciberdelincuencia y nadie está a salvo. Cualquier dispositivo conectado a internet es una puerta de entrada al sistema. Hoy en día, el número de accesos se ha multiplicado: el coche, la televisión y hasta el aspirador tiene conexión a la red. En 2016 se registraron seis mil millones de aparatos conectados en todo el mundo. El ejército del llamado Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) aumenta y en 2020 podríamos hablar de veinte mil millones. Los ciberataques, según el informe "Ciberseguridad: Tendencias 2017" de la Universidad Internacional de Valencia. Esta investigación indica que el "malware", un virus secuestrador de datos, es el rey de las amenazas en internet. En España este tipo de ciberataques aumentó un 58 por ciento el año pasado, según datos del Ministerio del Interior. La ofensiva cibernética que sufrió Telefónica y otras empresas e instituciones de todo el mundo la semana pasada corresponde a un ataque de "malware".

"WannaCry" (quiero llorar) es el nombre del virus que ha afectado a 179 países y en España ha infectado 1.200 equipos. Microsoft, Rusia y China, acusan a Estados Unidos de la expansión de este virus que rapta archivos y después pide un rescate económico por liberarlos. Estos secuestros virtuales no se pueden detener con un antivirus y acceden al sistema a través de un correo electrónico infectado. Desconfiar de emails o mensajes en el móvil poco creíbles es el primero de los consejos. Actualizar los dispositivos y hacer copias de seguridad son las otras recomendaciones de los expertos para protegerse ante un posible ataque.