Entre los tesoros de la Hispanic Society of America -que custodia 18.000 obras de arte, cerca de 175.000 fotografías y una biblioteca con más de 250.000 manuscritos- hay numerosos materiales relacionados con Asturias. Un patrimonio que incluye diversos lienzos de Juan Carreño de Miranda, cerca de un millar de fotografías y una relevante correspondencia entre Ramón Pérez de Ayala y el fundador de la entidad, Archer Milton Huntington.

Una de las obras de Carreño de Miranda que se conservan en la institución neoyorquina, una prodigiosa "Inmaculada Concepción" fechada en 1670, forma parte de la muestra con fondos de la Hispanic Society que, actualmente, expone el Museo del Prado. Pero la institución norteamericana conserva además un retrato de Carlos II del pintor asturiano y otras dos obras que se atribuyen a su diestra mano: otro retrato regio, en este caso de Felipe IV, y un tercero de Don Bernabé de Ochoa de Chinchetru y Fernández, fechado en 1861 y que pasa por ser el primer retrato del artista avilesino.

"Huntington puso especial interés por recoger y preservar el patrimonio español. Y lo hizo siempre con gran sensibilidad, sin sacar obras de España, y con mucha humildad, como demuestra el hecho de que no quisiese que la sociedad que fundó llevase su nombre", explica Andrés Trapiello, que la próxima semana impartirá una conferencia sobre la galería de retratos de la Hispanic Society of America en el Museo del Prado.

A Carreño le dedicó la Hispanic Society of America, ya en 1928, un pequeño volumen que incluía una sucinta reseña biográfica y la descripción de estas cuatro obras. Por esa misma época, la institución promovió varias campañas fotográficas por toda España, incluyendo Asturias.

"A partir de 1924, Huntington envió una plantilla para que viesen de primera mano lo que era España y su cultura. Había un interés del propio Huntington por tener fotografías de España, porque muchas de las fotos que él quería no existían. Así que envió a varios fotógrafos, todos mujeres, para sacar esas fotos", relata Patrick Lenaghan, conservador de estampas y fotografías de la Hispanic Society of America.

La encargada de recorrer Asturias y otros puntos de España era una mujer de gran talento: Ruth Matilda Anderson. "En Asturias hizo entre 800 y 1.000 fotografías, y respondían a lo que era el resto de la colección: mostraba cómo vivían en España en esa época. Porque Huntington quería eso, recoger cómo era la vida en ese momento. Apreciaba el valor histórico que ha tenido España, la historia en todas sus facetas, el reflejo de la cultura en todos sus sentidos. El fin de la Hispanic Society es enciclopédico", explica Lenaghan.

Esos fondos son ahora un patrimonio fundamental para investigadores como Esther Almarcha, de la Universidad de Castilla-La Mancha, quien mantiene una estrecha relación con la Hispanic Society que se prolonga desde hace más de una década: "La colección es magnífica, y es especialmente oportuno que les hayan dado el premio de Cooperación Internacional, porque siempre están dispuestos a la colaboración y a ayudar a los investigadores".