Elon Musk se pasa al negocio de las pompas fúnebres... interestelares. El magnate se ha embarcado en una nueva odisea espacial en busca, en este caso, de la última frontera. El objetivo no es, como en la película de Star Trek, del lugar en que se inició la creación, sino el último refugio de los elegidos que, por el módico precio de 2.490 dólares (2.236 euros al cambio actual), quieran reposar en el espacio.

Musk no está solo en este proyecto. El propietario de Tesla se ha aliado con Thomas Civeit, exingeniero de la NASA que cuatro años atrás fundó la start-up "Elysium Space", que ofrecía entierros espaciales a sus clientes. Aunque la de Civeit no era la primera empresa en ofrecer este servicio, al que ya se puede acceder a través de empresas como Celestis (fundada en 1997), sí era la primera que la hacía accesible a todos los bolsillos, ya que rebajaba en unos 10.000 euros el precio, para situarlo en torno a los 1.500 euros. Un precio en el que se incluía un vuelo de varios meses alrededor de la Tierra hasta que, finalmente, el cohete que transportaba las cenizas se quemaría en la atmósfera, a la manera de un funeral vikingo-espacial.

Nacía así la primera funeraria espacial "low cost". Pero con la incorporación de Elon Musk el proyecto toma otra dimensión. El magnate ya ha lanzado una campaña de inscripciones para que todos aquellos que quieran enviar a sus difuntos a un descanso extraterrestre puedan pedir billete en la nave memorial "Elysium Star II", dotada con los cohetes reutilizables fabricados por "SpaceX", la empresa de Musk, y que será lanzada próximamente desde la base aérea de Vandenberg, en California (EE UU).

En ese módico precio de 2.236 euros, Elysium y SpaceX ofrecen a los clientes un receptáculo para depositar las cenizas, la posibilidad de asistir al lanzamiento e, incluso, una aplicación móvil para seguir el recorrido de la "Elysium Star II" en su vuelo orbital de dos años, antes de fundirse con la atmósfera terrestre. Un lugar de descanso eterno ideal para todos los amantes de la ciencia-ficción y alma de exploradores, y en el que ya reposan figuras como Gene Roddenberry, el creador de "Star Trek".