En el siglo XX las aceras eran para los hombres que iban a pie, los peatones, y las carreteras eran para los hombres que iban en automóvil, los automovilistas. En el siglo XXI, las aceras ya hay que compartirlas también con los hombres que van en bici (los hipsters) pero ahora entra en juego un nuevo elemento no humano: los robots. Sobre todo, los robots para la entrega de mercancía. En EEUU ya hay varios estados que han aprobado legislaciones para permitir el uso de vehículos de reparto sin conductor. Es el caso de Virginia y Idaho, a los que se unirá próximamente los de Wisconsin y Florida. En esta nueva normativa se permitirá a los robots de entrega de paquetes a domicilio el uso de pasos de peatones y aceras sin necesidad de que una persona vaya caminando a su lado. No obstante, la normativa sí exige que haya un ser humano al frente del control remoto del robot, por si acaso algo se tuerce. La norma estatal deja en manos de los ayuntamiento fijar la velocidad a la que deben circular estos pequeños "droides".

Ese es, precisamente, uno de los aspectos que más preocupa a los responsables de la gestión de la ciudad de San Francisco, como es el caso del supervisor Norman Yee, quien, según publica la revista de tendencias tecnológicas "Recode", aboga por prohibir la utilización de estos robots en una ciudad con unos vecinos, además, altamente expertos en nuevas tecnologías. Yee cree que la velocidad habitual de estos robots, unos 6 km/h, no permite capacidad de respuesta para esquivarlos ni a los niños ni a los ancianos ni a las personas con discapacidades. El supervisor es firme: "Nuestras aceras están hechas para la gente, no para los robots. Esto es coherente con la forma en que operamos en la ciudad, donde no permitimos bicicletas o monopatines en las aceras", declaró a "Recode".

La preocupación de este integrante del gobierno de San Francisco está bien justificada pues la utilización de robots para el reparto no es, ni mucho menos, asunto de un futuro lejano. Por ejemplo, el mes pasado una empresa llamada Marble ya lanzó un programa piloto de entrega de alimentos con estos pequeños "droides" llamado Yep Eat24, que ya está operando en los distritos de Potrero Hill, en San Francisco. Otra compañía llamada Starship Technologies reparte en una ciudad de Silicon Valley, también con pedidos bajo demanda de comida. Esta compañía impulsada por los cofundadores del "videoteléfono" por internet Skype, Ahti Heinla y Janus Friis, ha recaudado 17,2 millones de dólares de distintos inversores para poner en marcha su servicio de robots autónomos. Frente a ellos tienen al señor Yee quien, tras hablar con el Departamento de Policía de San Francisco, explicó que los agentes se veían incapaces de controlar este nuevo tráfico robotizado. Este "concejal" de San Francisco dice que los robots valen para entornos cerrados como el campus de Google, pero no para su ciudad.