Facebook se ha convertido en la primera empresa multada por tratar de engañar a la Comisión Europea. La multinacional de Mark Zuckerberg tendrá que pagar 110 millones de euros por proporcionar información "incorrecta o engañosa" durante la investigación que Bruselas abrió en 2014 por la adquisición de la aplicación móvil de mensajería Whatsapp.

La multa, que es "proporcionada y disuasoria" según las autoridades europeas, se sustenta en que Facebook aseguró a la CE que era imposible vincular los perfiles de los usuarios de esta red social con los de Whatsapp. Sin embargo, una vez consumada la compra, cambió su política de privacidad e incluyó esa posibilidad de vincularlos.

La multa impuesta a Facebook es la mitad del máximo permitido por la Unión y no incide en la autorización de la operación de adquisición, un negocio de 13.800 millones de euros. Por su parte, la multinacional tecnológica reconoce haber engañado a la Comisión Europea, pero matiza que "los errores que cometimos en nuestros registros de 2014 no fueron intencionados y la Comisión ha confirmado que no afectaron al resultado del examen de la fusión", indicó un portavoz de Facebook, añadiendo que la decisión "pone fin a este asunto".

"La Comisión considera que estas infracciones son graves puesto que le han impedido tener todas las informaciones necesarias de cumplimiento de su tarea ligada a la apreciación de la operación", añadió el Ejecutivo en un comunicado. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, comentó también que de la investigación se dedujo que los empleados de Facebook "sabían" que en 2004 era posible vincular los perfiles de los usuarios de las dos redes. Tras la investigación, la comisaria aseguró que Facebook "admitió que había infringido las normas" y que "cooperó" en la investigación. Y añadió: "Gracias a esta cooperación, la multa es más baja de lo que podía haber sido", añadió Vestager, quien si bien aseguró que la decisión "no afecta a la aprobación de la adquisición", es "inaceptable" recibir información "falsa o engañosa". El reglamento de la UE sobre las concentraciones obliga a las empresas sometidas a investigación a dar las informaciones "exactas", lo que es "indispensable", según la CE, para que esta pueda examinar estas operaciones de manera "eficaz".