El Arrebato llega a Asturias para presentar su nuevo disco, "Músico de guardia". El cantante, que firmará ejemplares hoy (18.30 horas) en la FNAC, desvela a LA NUEVA ESPAÑA los detalles de este trabajo, que "mantiene la esencia de El Arrebato pero con una producción más nítida y pop".

Dice Javier Labandón, El Arrebato, que el título del disco tiene que ver con que los músicos siempre están de guardia: "Es una de las cosas que he descubierto, que toda mi vida fui músico de guardia; siempre pendiente de que alguien te llame, de que alguien te pida que cantes, que te llamen para una canción determinada. Es eso; músico de guardia todo el día".

Y eso, entiende, significa tocar en directo, algo evidente en un músico pero que viene muy bien en estos tiempos de apagón de la industria discográfica: "Siempre ha sido así, pero es verdad que últimamente es el único medio de supervivencia de un artista. La industria discográfica agoniza y el único medio para salir adelante es el directo y que la gente siga pagando tiques", sentencia.

Respecto al argumento de "Músico de guardia", el cantante dice a sus fieles, que son muchos y de todos los lugares, que mantiene "el más puro estilo El Arrebato, su esencia; pero en cuanto al sonido es muy actual y muy a mi medida. Es autobiográfico, con un mensaje de superación y positivo. Para la vida de quienes lo escuchen tiene un mensaje claro que le puede servir". Y sobre la parte musical insiste en el cambio de producción: "Suena más pop, pero incluye de todo, también baladas, y a veces incluso es un poquito rockero; pero en general es más pop. Hemos refrescado El Arrebato", sentencia el cantante.

En cuanto a los conciertos de la gira dice que serán con banda y muy intensos, "un poco más rockeros, pero porque también entran nuestros clásicos de siempre en el repertorio, repaso mi carrera de arriba abajo. Son conciertos con mucha energía, con baladas, con rock, rumba, muy amenos y para todos los públicos, todas las edades y todas las tribus". Reflexión en la que profundiza desde la óptica escénica: "Desde el escenario tienes un mirador perfecto y ves gente joven, parejas de 20 años, niños, personas mayores, ves a una chica con un amigo heavy... todo eso está muy bien". Se van enganchando generaciones. Imagino que los padres les ponían a los críos mis canciones y de repente ves a un chaval de 14 años que se sabe de memoria una canción que tiene dieciséis años. Es bonito ver el paso de las generaciones".

Finalmente, explica que las once canciones de "Músico de guardia" "surgieron individualmente. No tenía marcado un tiempo. No fue un disco predeterminado; pero sí es verdad que al final cuando las vuelves a escuchar, cuando ya están hechas, se observa un mensaje muy parecido entre ellas. Creo que eso es el reflejo de mi estado de ánimo durante año y medio más o menos", argumenta.