Esta tarde comienza el viaje al siglo IX al que LA NUEVA ESPAÑA invita a todos los asturianos.Hoy abre sus puertas en la sede del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) -en la plaza Porlier de Oviedo- la exposición "Santullano, viaje al siglo IX", una experiencia multisensorial en torno al arte del Reino de Asturias y, en especial, sobre la iglesia de San Julián de los Prados y los impresionantes frescos que alberga en su interior. La muestra permanecerá abierta hasta el día 25 de junio de forma gratuita.

La exposición, organizada con motivo del 80º aniversario del periódico, está patrocinada por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, el Banco Sabadell, la Fundación EDP, la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias y Telecable. El visitante que se acerque a recorrerla a partir de las 17.30 horas podrá disfrutar, como principal atracción expositiva, de una espectacular recreación en realidad virtual de los frescos de Santullano tal y como eran hace 1.200 años. Gracias a unas gafas de visión esteroscópica el visitante tendrá la sensación de que entra en el templo y lo contempla en su estado original.

Pero no será sólo un viaje para la vista. También podrá escuchar las músicas y los sonidos que en el siglo IX envolvían Santullano, los aromas de aquella época, tocar también las texturas de los frescos o de los ropajes con los que se cubrían los nobles de la corte de Alfonso II.

La exposición, comisariada por la restauradora Natalia Díaz-Ordoñez Melgarejo, ha sido realizada por Proasur, una compañía asturiana de gran reconocimiento en el ámbito museográfico. Jesús Díaz Jubete, director de diseño y gestión de Proasur, explica que a partir de las claves que recibieron de Díaz-Ordoñez "en esencia, el objetivo al diseñar la exposición era potenciar los aspectos sensoriales". Así, explica que "aunque haya cosas para leer, que las hay porque la muestra está muy trabajada, se utilizan los sentidos que habitualmente no se utilizan en otras exposiciones. Se trata de conocer el siglo IX con otros sentidos, que no sea simplemente leer o ver unas imágenes. Los elementos museográficos participativos les gustan a la gente. Lo tenemos contrastado: les gusta entrar en ello".

Díaz Jubete añade: "Si hay un componente de diversión, las exposiciones gustan más y funcionan mejor. Hay que pensar que la visita a este tipo de muestras se hace ya en un ambiente de ocio. Es un acto cultural, pero se desarrolla en un momento de ocio" Por ello el conjugar los aspectos lúdicos con el rigor histórico ha sido uno de las directrices de la muestra. No en vano, Natalia Díaz-Ordoñez es una de las personas que mejor conoce los frescos de Santullano, pues ella fue la encargada de hacer el último estudio sobre el estado en que se encuentran las pinturas.

A la hora de articular en la exposición los elementos táctiles, auditivos u olfativos que aluden al ambiente social del siglo IX, en Proasur se fijaron dos metas. Por una parte, conseguir elementos con los que el visitante pueda interaccionar y que transmitieran las sensaciones de una manera fiel. Por otro, lograr un soporte museográfico versátil. "Algo que logramos jugando con la última tecnología y, a la vez, con materiales tradicionales que podrían existir en el siglo IX", explica Díaz Jubete.

La muestra, además, está constituida en módulos independientes ya que el periódico la concibió como una exposición itinerante pues, tras su paso por Oviedo, visitará otras localidades de la región. El viaje al Santullano del siglo IX continúa.