La exposoción "Santullano, viaje el siglo IX" organizada por LA NUEVA ESPAÑA y que se puede contemplar hasta el 25 de junio en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), ofrece al visitante la posibilidad de fotografiarse convertido en Alfonso II.

Un singular "photocall" situado a la entrada de la muestra reproduce una de las miniaturas de "Liber Testamentorum", una de las joyas que se guarda en el archivo de la Catedral de Oviedo. En la miniatura se ve a Alfonso II en actitud orante ofreciendo su testamento a la divinidad. A su lado, el fiel escudero le guarda las armas, ambos están cutodiados por la virgen y San Miguel.

El testamento de Alfonso II, del 812 d. C., también se conserva en la Catedral. Su originalidad ha sido puesta en entredicho por algunos investigadores. Está ilustrado con una delicada miniatura de una cruz, con el alfa y el omega en sus brazos. Un documento muy relevante para la historia de Asturias, ya que el rey Casto dona, en este documento, diversas propiedades palatinas en Oviedo.

De ahí surge el posterior "Liber Testamentorum" que el visitante a la exposición puede protagonizar. En la Baja Edad Media, la proliferación de documentos relativos a la diócesis ovetense se multiplica. Esto se debe a la labor de dos obispos que cuentan con sendos "scriptorium", o taller de escritura, sensacionales: Pelayo (obispo de Oviedo entre 1101 y 1129) y Gutierre de Toledo (que dirigió la diócesis entre 1377 y 1389). El primero es, de hecho, el fundador del archivo catedralicio, y ordenó a sus escribas recopilar todos los testamentos y donaciones en un único volumen: es el "Liber Testamentorum" o "Libro de los Testamentos", también conocido "Libro gótico" de la Catedral, por el tipo de letra utilizado.