"¿Cómo encontrarías la paz?", con esta sencilla frase concluía Joyce DiDonato su recital ayer en el Auditorio Príncipe Felipe, y ella misma se contestaba, "para mí las paz es lo que he visto en el día de hoy en Oviedo".

La gran diva americana puso el broche final a su gira por España y cerró la temporada de Los Conciertos del Auditorio, marcada por la presencia de algunos de los solistas más destacados del panorama internacional.

La propuesta de la mezzo estadounidense para su nueva aparición en Oviedo giró en torno a la guerra y la paz. "En Guerra y paz", su último disco, DiDonato dio un vuelco al recital lírico más tradicional para innovar sobre el escenario en este nuevo concepto de espectáculo lleno de luces y sombras; la música fue un elemento más de los que intervenían en el espectáculo, que se postuló como toda una "performance".

Ayer hubo espacio para la danza y la representación, en la que la auténtica protagonista fue Joyce DiDonato. Al término de la actuación tuvo unas palabras para condenar las barbaries que se perpetran en el mundo. En un tono mucho más jubiloso, quiso agradecer personalmente el Premio "Teatro Campoamor" que se le entregó en su última edición del 2016.

El recital se dividió en dos partes claramente enfrentadas, comenzando por la guerra, con una sucesión de arias de ópera bastante conocidas y otras obras instrumentales con un marcado sentido agitado, tempestuoso y atormentado en ocasiones. Pero no todo era guerra, también dejó DiDonato espacio para el lamento tras la batalla en esta primera parte, en números tan conocidos como el "Lamento de Dido", de Henry Purcell, o "Lascia ch' io pianga", de Haendel.

Al término de esta primera parte el público, entre el que había un grupo de 30 personas procedentes de Bilbao, estaba extasiado. En la segunda parte, su discurso giró en torno a la música que para DiDonato mejor expresa el sentimiento de júbilo que genera la paz, con números más cantabiles. Es el caso de "Da tempeste il legno infranto", el aria que interpreta Cleopatra en "Giulio Cesare" de Haendel, llena de coloratura.

También hubo momentos para el recogimiento, y aquí precisa especial mención el intermedio que el compositor Arvo Pärt, "Da pacem, Domine", escribió a raíz del atentado terrorista sucedido el 11 de marzo de 2004 en Madrid.

Vocalmente, DiDonato estuvo pletórica, con una voz muy redonda y homogénea, de gran belleza. Destacó ayer su registro central y sus agudos, plenos de sonido; con su potencia llenaba la sala incluso en los momentos más íntimos. La agrupación Il Pomo d´Oro, auténticos especialistas en lo que a repertorio barroco e interpretación historicista se refiere, constituyeron otro de los grandes atractivos de este recital tan poco usual. Sin duda, fue un acierto el contar con un conjunto de tan alto nivel, y el público supo valorarlo. El joven director Maxim Emelyanchev, siempre atento al canto de DiDonato, fue de gran ayuda a la hora de acompañar a la mezzo. Responsable de los cuidados balances que este repertorio barroco, nada fácil, precisa.

Con Joyce DiDonato queda clausurada la temporada, ahora sólo queda esperar a la siguiente. En ella, habrá sitio para Daniel Baremboim, Mª João Pires, John Eliot Gardiner, Lang Lang, Marc Minkowski, Mischa Maisky, Javier Camarena o el Coro de Niños Cantores de Viena, pero aún habrá que esperar al mes de octubre para ello.