La puerta a los tiempos de Alfonso II permanecerá abierta unos días más. La exposición "Santullano, viaje al siglo IX", que organiza LA NUEVA ESPAÑA, se clausura este domingo, 2 de julio, en la sede del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), por lo que aquellos que no hayan disfrutado aún de la experiencia multisensorial que propone la muestra tienen aún cuatro jornadas para escuchar los sonidos del medievo, captar sus esencias, tocar sus texturas y ver, en todo su esplendor, las pinturas de San Julián de los Prados.

Desde que se inauguró la exposición, el pasado 3 de junio, más de 10.000 personas han pasado por la sede del RIDEA, en la plaza Porlier de Oviedo, para participar en esta experiencia multisensorial. Un éxito sin precedentes que llevó a LA NUEVA ESPAÑA a prorrogar una semana, hasta este próximo domingo, la presencia de la exposición en el centro de Oviedo, ampliando además el horario de apertura.

Para las jornadas de hoy y mañana, "Santullano, viaje al siglo IX" permanecerá abierta de 9.00 a 14.00 horas por las mañanas, y de 17.30 a 20.30 horas por las tardes. El sábado y el domingo, el horario pasa a ser de 11.00 a 14.00 horas por las mañanas, y de 17.30 a 20.30 horas por las tardes. La entrada a la exposición es libre y gratuita, y no es preciso realizar reserva previa.

La muestra, comisariada por Natalia Díaz-Ordóñez y realizada por Proasur, está patrocinada por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, el Banco Sabadell, la Fundación EDP, la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias y Telecable.

Los más de 10.000 visitantes que han pasado ya por la exposición han redescubierto la época de Alfonso II a través de sus sentidos. La primera parada en este viaje al siglo IX está dedicada al oído: a través de unas trompetillas escenográficas, el visitante escucha los sonidos propios de la época, desde el relinchar de los caballos hasta la música del templo, pasando por el cruzar de las espadas.

La siguiente estación se centra en el olfato: a través de unos difusores, los visitantes perciben los aromas de la época, que conforman un vigoroso mosaico de fragancias.

El tercer panel está dedicado al tacto: en unas cajas ciegas, las texturas de época alfonsina aguardan a los visitantes que, sin el apoyo del resto de los sentidos, han de descubrir qué es aquello que recorren sus dedos.

Mas la estrella de la exposición espera en la última parada, en la que los visitantes pueden contemplar las pinturas de Santullano tal cual lucían en el siglo IX, a través de unas gafas de realidad virtual. Una reconstrucción digital realizada por los infógrafos del periódico, Juan Ferreira y Santiago Cuesta, y que LA NUEVA ESPAÑA quiere compartir con todos los asturianos por su 80.º aniversario.