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FRANCISCO CRABIFFOSSE | Historiador del arte, organiza la exposición "Líneas al vuelo" en Gijón

"Valle y Piñole introducen una concepción nueva del diseño gráfico y la ilustración"

"Los primeros ilustradores asturianos fijaron en sus trabajos una identidad propia del paisaje, tipos y costumbres del país"

Francisco Crabiffosse, junto a una obra de Piñole. JUAN PLAZA

Oviedo, Pilar RUBIERA

Historiador del arte y de la industrialización de Asturias, Francisco Crabiffosse Cuesta, autor de exposiciones y de libros que ya son referencia en estas materias, presentará el 6 de julio, en el Antiguo Instituto de Gijón, la exposición "Líneas al vuelo", la historia de la ilustración gráfica de Asturias desde 1879 a 1937. Una muestra sobre la primera generación de ilustradores, algunos grandes artistas, que surgieron a raíz de la creación de imprentas, la introducción de la litografía, la edición y la aparición de las revistas ilustradas. Artistas que tanto en Asturias como en Cuba y Argentina, primero, y en México tras la Guerra Civil, fijarán una identidad propia del paisaje, los tipos y las costumbres del país.

Organizada por la Fundación Municipal de Cultura de Gijón, con la colaboración de los Museos Jovellanos y Pueblo de Asturias, la exposición reunirá alrededor de 500 piezas, entre carteles, obras originales, bocetos, libros, revistas, partituras y otros objetos. Entre los artistas representados están José Cuevas, José Prendes-Pando, Martínez Abades, Álvarez-Sala, Evaristo Valle, Nicanor Piñole, Pedrín Sánchez, José Francés, Alejandro Sirio, Moré, Goico Aguirre y Vaquero Palacios.

- Tres años de trabajo, biografías desconocidas de algunos de los artistas y un largo periodo de estudio. ¿Qué descubre esta exposición?

-Es una entrega más de un proyecto de difusión e investigación de un patrimonio artístico asturiano que nunca se atendió como debiera, vinculado a las industrias litográficas y al desarrollo tipográfico y artístico. Se puso en marcha hace años desde la Fundación de Cultura de Gijón, auspiciado por Pilar Lafita, en un principio con la colaboración del Museo de Jovellanos y más tarde con el del Pueblo de Asturias. Y el proyecto continúa abierto porque en esta no se analizan los ilustradores españoles que trabajaron en Asturias y que ilustraron obras de escritores asturianos, que serán objeto de una próxima muestra.

-¿Qué supuso la aparición de "La Ilustración Gallega y Asturiana" en 1879?

-Es un órgano esencial en la fijación de una identidad gráfica del paisaje y del costumbrismo asturiano, fundamentalmente por el trabajo de José Cuevas. De hecho, sus representaciones de los oficios tradicionales son un documento insustituible. Aunque se imprimía y se editaba en Madrid, marcó un hito en la edición asturiana, en los planos literario y documental y es muy importante el dialogo que establece entre Galicia y Asturias. Los primeros ilustradores asturianos fijaron en sus trabajos una identidad propia del paisaje, tipos y costumbres del país.

-José Cuevas se perfila en esta primera etapa de las revistas ilustradas como uno de los nombres fundamentales. ¿Cuál fue su aportación?

-Es el maestro fundador de esta etapa, como dibujante y como ilustrador. De hecho, se dedica una de las salas expositivas a su producción como ilustrador, no sólo en "La Ilustración Gallega y Asturiana", que es lo fundamental y de la que fue director artístico durante un periodo, sino con muestras de otros trabajos gráficos y dibujísticos que hizo. Hermano de los también artistas Antonio y Telesforo Cuevas y cuñado del fotógrafo Fernando del Fresno, se forma en Oviedo, pero amplía estudios en Madrid donde desarrolla prácticamente toda su carrera. Colabora como aguafuertista y litógrafo en "El arte en España", una revista de referencia en la historia del arte en el siglo XIX, y también en "La Ilustración española y americana". La influencia de su trabajo es fundamental en la plasmación de una identidad asturiana. Fue un ilustrador prolífico, no hay periódico o revista de los años 80 y 90 del siglo XIX que no lleve una ilustración o dibujo suyos.

-¿Qué propicia el protagonismo de Gijón a finales del XIX?

-El establecimiento de la Litografía Moré y todas las que giran en torno a este movimiento fundacional. En este despertar gijonés, Julio García Mencía, litógrafo que trabajó y se formó en París y que contratan los Moré, es un personaje clave. Es uno de los fundadores de la Compañía Asturiana de Artes Gráficas, con el que trabajó el Evaristo Valle litógrafo. Introdujo los modelos, fundamentalmente franceses, en el cartelismo y los impresos publicitarios del finales del XIX.

-¿Qué supone este movimiento de la litografía, la imprenta y la fototipia en Gijón?

-La aparición de las primeras revistas ilustradas de carácter satírico-festivo, con muchas caricaturas de personajes conocidos. Hay un tándem fundamental, que son Ataúlfo Friera, Tarfe, como escritor festivo, y José Prendes-Pando, Pepe, como dibujante, con mucho dominio de la técnica. Y más tarde la aparición de una nueva generación de artistas pintores ilustradores. Los más representativos y de mayor fama nacional serán Juan Martínez Abades y Ventura Álvarez-Sala, que triunfan en "Blanco y Negro", la revista más afamada de entonces. Los dos dejan patente otra visión de Asturias, fundamentalmente de Gijón.

-¿Qué caracteriza el episodio protagonizado por Evaristo Valle y Nicanor Piñole?

-Introducen una nueva concepción del diseño gráfico y de la ilustración, son la avanzadilla de la transición entre siglos. En esta etapa también puede citarse a Pedrín Sánchez, el eslabón gráfico entre la generación de ellos dos y los primeros vanguardistas, que lo serán en lo literario.

-¿Qué ocurre en el resto de Asturias? ¿Cuándo irrumpe Avilés como otro de los protagonistas?

-Hasta el estallido de la I Guerra Mundial, se imprimen revistas de todo tipo en Asturias, aparecen imprentas en todas las villas asturianas. La trascendencia del núcleo avilesino, que aparece con muchísima fuerza, es gracias a José Francés. Revoluciona el panorama de la ciudad y, en cierto modo, también el asturiano. Las décadas de 1920 y 1930 van a significar para Asturias una explosión auténtica del mundo gráfico y de la importancia de sus artistas, con nombres como Moré, el primer Paulino Vicente, Goico Aguirre, Germán Horacio y otros muchos.

-¿Hay receptividad en Asturias hacia la vanguardia?

-La hay. Se nota, por ejemplo, en los fenómenos de la vanguardia europea, en la información sobre el futurismo, el dadá, el surrealismo y el ultraísmo, esa versión hispánica de la vanguardia. La primera revista ultraísta se edita en Oviedo, no tiene tanta importancia para la cuestión artística como para la literaria. Sus promotores, alumnos de la Facultad de Derecho, arremeten contra toda la herencia anterior, contra la pintura naturalista, contra los artistas y contra los poetas y escritores, sólo salvan a Gamoneda, el padre de Antonio Gamoneda. También contra los tertulianos de "Claraboya" y contra la revista "Región", fundada esta última por Fernando Vela y José Díaz, entre otros. Pero Vela, con inteligencia notoria, responde dándoles un pequeño coscorrón pero abriéndoles los brazos. Lo interesante de "Región" es que es la primera vez que, de modo serio y fraternal, se unen los focos de Oviedo y Gijón, con redacción abierta en ambas ciudades.

-¿Por qué es tan importante la emigración a América de los ilustradores asturianos?

-Porque es una prolongación auténtica de Asturias. Las verdaderas ciudades cosmopolitas de Asturias fueron La Habana y Buenos Aires, más potente en el caso cubano. Los asturianos crearon imprentas, estuvieron entre los fundadores de la Compañía Litográfica de La Habana, montaron negocios publicitarios, estuvieron en la fundación de revistas ilustradas. Incluso la Academia de Bellas Artes de San Alejandro, una fundación de principios del XIX, tuvo un gran protagonismo, por ella pasaron muchos asturianos. Su bedel era asturiano y convirtió la torre del centro en un lugar de acogida de asturianos. Por allí pasaron Alfonso Camín, Oliveros, Ángel Rilo y muchos otros. En Cuba hay artistas fundamentales como Armando Maribona, gran dibujante y caricaturista, que tenía orígenes avilesinos y llega a exponer en Avilés, y Massaguer quien funda con su cuñado asturiano la revista "Carteles". Cuba ha sido fundamental para Asturias.

-¿Y Buenos Aires?

-Es un foco menos conocido pero no menos importante. El referente fundamental de este periodo es Alejandro Sirio, ovetense, quien después de hacer sus pinitos literarios e ilustradores en Oviedo y de pasar por la Escuela de Bellas Artes, emigra a Argentina y muy pronto empieza a trabajar en "Caras y caretas", y es un dibujante e ilustrador excepcional, un artista de primera categoría.

-¿Qué supuso la Guerra Civil?

-El corte es dramático y el exilio supone un drama para Asturias, aunque, por otro lado, vivifica en los países de acogida un arte asturiano. En México se exilian Viejo y German Horacio, entre otros. Este último hace con Matías Conde de la Viña la que, desde mi punto de vista, es una de las grandes obras de la imprenta asturiana contemporánea, "Sol en los pomares", reeditada este año por la Academia de la Llingua Asturiana.

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