Marc Pastor propone con su novela Farishta una extraordinaria aventura literaria que "nace de los miedos al abismo de la paternidad ante un proceso de adopción, de ese '¿voy a ser un buen padre?' o de '¿querrá ser mi hijo?' De lo que nos define el saber de dónde venimos y cómo nos hace actuar en consecuencia. Mi mujer y yo íbamos a ser padres en Madagascar y teníamos un par o tres de años por delante para hacernos a la idea. Y decidí plasmar mis dudas, y las de casi cualquier padre, en una novela breve, en la historia de una chica huérfana a la que contratan para cuidar a los niños de un resort en el Pacífico, donde descubrirá que los secretos que esconden las familias van mucho más allá de lo que podía sospechar".
¿Y qué ocurrió? Que esa novela breve "fue creciendo, porque me servía como piedra angular para mi universo literario, lo que un amigo bautizó como el Corvoverso. Farishta me servía como madre de las otras novelas: el punto donde nacen algunos de los conflictos que nos irán acompañando a lo largo de una serie de novelas autónomas, independientes, que se pueden leer como arcos argumentales únicos, pero que al mismo tiempo están entrelazadas por una suprahistoria. El conflicto que plantea Farishta generará un eco en novelas de diferentes géneros, del thriller, al fantástico, de la policíaca a la de aventuras. Reconoceremos personajes principales de unas haciendo cameos en otras, y veremos como unas novelas llegarán a interactuar entre ellas como imanes para cambiar su polarización. Lo que en Bioko creíamos un final feliz, descubrimos que es una tragedia si leemos Montecristo".
A media escritura, "tuvimos la asignación de nuestro hijo y nos fuimos a vivir unos meses a Madagascar. Allí, descubrí que ésta debía ser una novela a cuatro manos, las de dos autores que se entienden pero que son diferentes: las del Marc Pastor de antes de ser padre y las del Marc Pastor padre. Eran dos visiones de la historia que se complementaban y dialogaban entre ellas. Los miedos de uno se veían atenuados por las certezas del otro. Certezas que duran microsegundos?".
Está escrita desde el punto de vista de una chica adoptada que "debe tomar decisiones importantes quizá por primera vez en su vida y deberá pasar de intentar saber qué es ser hija a ser una madre (otra vez en muchos aspectos, tanto fisiológicos, oh, spoilers, como simbólicos con los niños de las islas). Pero también es una novela de ciencia-ficción y de viajes en el tiempo donde la aventura tiene un papel importante. Donde compañías multinacionales rivalizan por el control de la Historia, una predistopía con plagas exterminadoras, un relato de crononáufragos en una isla, la pizarra de Doc Brown explicándole las líneas temporales a Marty McFly, HG Wells multiplicado por Steven Moffat, paradojas, agentes dobles, secretos en papeles empapados en manglares tropicales, desinhibidores de la presencia, medicamentos que te envenenan si piensas diferente a lo que 'ellos' quieren, los principios de Chernobrov, máquinas del tiempo?
Y todo ello "en forma de musical. Con dos protagonistas de mundos y vidas distintas que se acercan a través del sexo primero y de la música después, del grunge de Nirvana, de la candidez de Cyndi Lauper, de la voz desgarradora de Axl Rose y las melodías carpetoteenager de Bon Jovi". Esa novela breve creció y se convirtió en este 'found footage' (metraje encontrado) que "sirve de puerta de entrada al Corvoverso. Hasta que alguien venga del futuro y lo cambie todo?".
