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ENOL JUNQUERA | Animador digital

"Estamos haciendo en Gijón una película de dibujos para EE UU y espero vivir de esto siempre"

"Mi hermano Luis Pelayo y yo ganamos madurez laboral y ya no hay egos, lo que es mejor para el filme es lo que va"

Enol Junquera. JUAN PLAZA

El animador digital Enol Junquera (1990) es gijonés.

-Nací en Oviedo. La leyenda dice que en Cabueñes no sabían si estaba vivo dentro de mi madre y ella decidió ir a una clínica ovetense. Y estoy vivo.

Con su hermano, Luis Pelayo, ha creado Angry Metal, una empresa que lleva casi un año haciendo un largometraje de animación para el productor estadounidense Adi Shankar. Con una decena de dibujantes y animadores, casi todos asturianos, de entre 24 y 40 años, han de acabar el filme antes de que termine el verano.

-Mi hermano y yo trabajamos 10 horas diarias, de lunes a domingo. Estoy cansando y deseando que haya nubes todo el verano porque no iré de vacaciones.

-Usted es ingeniero informático con 9 matrículas de honor.

-Mi hermano había estudiado cine y mi madre me pidió que hiciera una ingeniería.

- ¿Le sirvió la carrera para ser animador en 3D?

-No. Aprendí a programar y los lenguajes de programación ayudan a pensar con más lógica. La carrera me fue útil para hacer "scripts", pequeñas líneas de código para sacar más rendimiento a los programas, y para que cuando se estropea un ordenador en la oficina digan "¡Enol, Enol!". Ésa es la parte que menos me gusta.

- ¿Quiso ser animador...?

-Cuando vi "Buscando a Nemo", a los 12 años. A los 13, un amigo de mi hermano me regaló un programa de animación 3D y ese verano lo pasé aprendiendo.

- Su hermano y socio es siete años mayor. Mucho tiempo.

-Cuando yo veía "Nemo" él hacía las maletas para la Universidad, en Ponferrada.

- ¿Qué relación tenían?

-Mis padres trabajaban muchas horas fuera y él me cuidaba. En la casa del barrio de Laviada era como un padre y mi mejor amigo. Leíamos juntos y había una hora en la que él sacaba papel y lápiz y nos poníamos a dibujar por dibujar. Estaba muy influido por él y él por mi padre, que era muy de videoclub.

- ¿A qué se dedicaba?

-Repartía cajas de fruta. Ahora conduce autobuses. Mi madre es contable en el Grupo Covadonga.

- ¿Siguió con su hermano?

-A los 16 años hice un largometraje de imagen real, cutre, con la cámara de vídeo que le robaba a mi hermano, un esfuerzo. Hicimos más de 20 cortometrajes, cada uno por su cuenta. Los últimos, de animación: la suya, clásica, 2D; la mía, 3D. Nos ayudábamos, me enseñó guión. Yo estudié cine en Madrid. Los personajes de nuestra película "Judge Dredd Superfiend" (2014) son suyos.

- ¿Su relación en el trabajo?

-En cada escena de "Judge Dredd" hubo una discusión. Ahora vamos más sincronizados. No hay ego. Lo que sea mejor para la película es lo que va. Ganamos madurez laboral.

- Cuente lo que pueda de la película que están haciendo.

-Es el primer proyecto que no hacemos gratis. Trabajamos con un presupuesto diez veces menor que la animación que se hace directamente para DVD, la más barata, y se nos exige que tenga la misma calidad. Mi hermano y yo cobramos lo justo para pagar a autónomos y recibimos ayuda familiar, algunos adelantos si nos hace falta. Queremos crear una industria cinematográfica aquí y es el momento de darlo todo.

- ¿Está basado en un personaje de cómics conocido?

-Sí. Nos pasaron el guión. Propusimos cambios y no los aceptaron. Hicimos el "story-board" entero y tras la primera revisión nos pidieron muchos cambios y nos dieron más libertad. Al final reescribimos el guión en un 95%.

- ¿Cómo se tratan con su productor?

-Por correo electrónico y con total confianza. En Estados Unidos tenemos un agente.

- ¿Gijón es tan bueno como cualquier otro sitio?

-En el Festival de Marsella un productor de Los Ángeles interesado por nuestro trabajo nos dijo: "El jueves estaré en Nueva York. Si queréis, quedamos allí para comer". Le dijimos que le dábamos nuestro email. No saben que somos españoles. La desventaja es la falta de tradición, hay gente con talento y formada pero sin experiencia en "cartoon".

- ¿Cómo hallan dibujantes?

-Pusimos un anuncio en Linkedin y nadie contestó. Por proximidad. Muchos son de la Escuela de Arte de Oviedo. El que diseña los personajes era reponedor de Carrefour y un ídolo en Instagram por sus dibujos y sus figuras de arcilla. Es de Avilés

- Vive con sus padres.

-Espero que por poco tiempo.

- ¿Tiene otra afición?

-Antes no perdía fiesta de prado. Soy cinturón negro primer dan de kárate. Lo he dejado.

- Pero está tocho.

-Iba al gimnasio y a correr, pero ahora sólo saco tiempo una vez por semana. Me quedó el cuerpo, pero ya saludo a mi barriguina por las mañanas.

- Su trabajo es sedentario.

-En el 3D hay que dejar el ordenador un minuto de carga de una renderización. En la mesa tenía un rodillo de abdominales y aprovechaba ese tiempo para hacer ejercicio, pero ahora que hay gente alrededor me da corte y no quiero que se distraigan.

- ¿Echa de menos salir?

-Sí, quedar con los amigos o mi pareja.

- ¿Qué espera sacar de la película?

-Estabilidad, que podamos hacer películas el resto de nuestras vidas. En España eso no se puede decir. Nuestro agente nos dijo que nos podría necesitar en Los Ángeles. De aquí a 10 años es posible que tengamos que ir a trabajar allí, pero quisiéramos que la empresa quedara en Gijón.

- ¿Animador favorito?

-Genndy Tartakovsky, por su expresividad. De niño iba a casa de mi abuela, que tenía Cartoon Network, y veía "Dexter", "Las Supernenas", "Samurai Jack". Reinventó la animación, hizo que lo sencillo estuviera bien visto. Nosotros vamos por esa línea. Somos narradores, no los mejores dibujantes ni animadores. Analizamos "anime" y la serie francesa "Last Man" para ver dónde ahorran sin que se note y dónde gastan.

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