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El bafle

"Sound of silence" regresa con "El llanto de los mártires"

Una de las bandas más importantes de death-metal español despliega una brutal contundencia musical en su quinto disco

"Sound of silence".

Muchas veces hemos repetido ya en este Bafle que el metal es uno de los géneros destacados en la producción musical de nuestra región. Esto es así hasta tal punto que algunos de los grupos de nuestra tierra se han convertido a lo largo de su trayectoria en auténticos referentes a nivel nacional, siendo considerados incluso pioneros. Es el caso de "Sound of silence", considerados una de las bandas más importantes del death-metal melódico español, que presentan nuevo trabajo, quinta referencia discográfica de la formación a las que habría que añadir la demo con la que se presentaron en el año 2003, el split compartido con los bilbaínos "Legacy of Cain" del 2005 y el EP "Nuestro amor a la agonía" publicado en el año 2008.

"El llanto de los mártires" es el título de este nuevo trabajo, que esta vez editan ellos mismos, tras cuatro años de espera desde el último "El Anochecer", en el que despliegan toda su contundencia bestial a lo largo de nueve cortes, desde las campanas de un sombrío cementerio de la introductora "Laudes", que nos sitúan para lo que está por venir, hasta el clásico inmediato que es "Lucifer no es nuestro señor", con la que se cierra el disco, añadiendo a la base de su sonido pasajes de dinámica cambiante, giros sorprendentes en algunos casos, la rabia vocal extrema marca de la casa y píldoras de otros subgéneros, creando atmósferas densas, terroríficas y opresivas. Todo ello hilado por el cuidado de unas letras que se desmarcan literariamente de lo que suele aportar el género, yendo siempre un paso más allá.

Para esta ocasión la banda que reparte miembros por La Felguera, Luarca, Oviedo y Gijón, se ha rodeado de algunos amigos como David A. Álvarez del grupo albaceteño "Angelus Apátrida", un clásico del trash metal español; la voz infernal de Titi Muñoz, can-tante de los asturianos "Possesion"; y Ely Lee Strings, miembro de las también asturianas "Zombie dolls" que aporta con sus violines el único momento de ¿paz? que ofrece el disco.

El disco ha sido grabado, mezclado y masterizado en los estudios Distrito Federal de Oviedo por Dani Sevillano y les llevará, como lleva siendo habitual en los casi quince años de historia de la banda, por escenarios de toda España.

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