Centenares de personas, tanto personalidades como ciudadanos corrientes, se acercaron a la Casa Central de los Literatos, en Moscú, para dar el último adiós al bloguero y periodista Antón Nosik, conocido como el "padre de internet ruso", fallecido el domingo. La prematura muerte de un ataque cardíaco de Nosik, a los 51 años, dejó una huella de dolor tanto en las personas que le conocían en persona como en sus seguidores a través de plataformas virtuales.