Estudiar Bellas Artes y ser profesora de secundaria y bachillerato, además de su condición de madre, concedieron a Fátima Fernández Méndez (Puerto de Vega, Navia, 1972) la oportunidad de adentrarse en el mundo de la literatura ilustrada. Después del éxito cosechado por libros como "Nora, la niña de sal" o "La maleta del abuelo", trabajo sobre el alzhéimer con el que obtuvo el año pasado el Premio Internacional de Álbum Ilustrado "Ciudad de Benicarló", Fátima Fernández ha triunfado por segunda vez en el certamen valenciano, junto al ilustrador Juan Hernaz, por el libro "Por pequeño que parezca", con el que continúa explicando temas complicados a los más pequeños. En este caso, las relaciones del individuo consigo mismo y con su entorno.
- ¿Es difícil adaptar un tema complicado para los niños, como el alzhéimer o la superación personal?
-Siempre es difícil porque hay que encontrar un punto en el que no se hieran las sensibilidades de los más pequeños. Parte de la dificultad del álbum ilustrado es ésa.
- ¿Por qué cambió la temática de sus libros de la fantasía a estos temas tan complejos?
-Supongo que ahora mismo me interesan temas con cierta dificultad y temas menos amables cara a publicar. Creo que es un poco ese reto lo que me motiva a cambiar. También es por oleadas, porque tampoco descarto preparar algún tema que sea más suave. Pero ahora mismo es lo que más me apetece.
- ¿Cree que hay temas tabú en la literatura infantil, como pueden ser la violencia o las guerras?
-Tanto los padres como los profesores son reacios a acercarles este tipo de temas a los niños. Hay bastante tabú incluso en las propias editoriales: son reacias a publicar ese tipo de temáticas y no hay muchos libros en el mercado con estos temas. Cuando ganamos Juan Hernaz y yo el anterior premio con "La maleta del abuelo", teníamos la maqueta ya hecha y fue un proyecto que habíamos presentado a editoriales que alababan la calidad del álbum ilustrado. Pero no encontramos editorial por eso, porque era un tema complicado y así nos lo decían: que el mercado mandaba y que nuestro trabajo no se ajustaba mucho a lo que estaban buscando.
- ¿Es importante acercar estos temas a los niños?
-Yo creo que la literatura infantil está evolucionando, sobre todo la literatura ilustrada. Cada vez hay álbumes que arriesgan más y los hay absolutamente preciosos y de calidad, y cada vez habrá más. Por ejemplo, sobre el transexualismo, que salió hace poco un tema muy arriesgado con el tema del autobús. Sólo conozco una editorial en España que publicase un libro sobre eso hace años.
- ¿Puede haber problemas con libros sobre la sexualidad o el acoso?
-Este tipo de libros son difíciles de publicar y de dar a conocer. Por eso, no creo que haya escritores que no toquen estas temáticas, sino que hay editoriales a las que no les interesa.
- ¿El hecho de ser profesora y madre le aporta ideas para sus obras?
-Hace años sí. Algunos de mis libros se basan en toques de ideas que voy cogiendo a raíz de las experiencias que tenía con él y las ideas que me aportaba, pero nada en concreto. Cuando escribo un libro, pasado un tiempo me gusta analizarlo y ver lo que escribí. Uno descubre muchas cosas de la vida de las que no ha sido consciente a la hora de escribir el libro.
- ¿Los niños hoy en día están afianzados en la lectura?
-Hace unos años hubo un "boom" con la literatura juvenil, pero también es cierto que hay una edad en la que dejan de leer. Lo he visto con mi hijo: antes era un devorador de libros y ahora no tanto, aunque también tiene más distracciones. Pienso que el que ha sido lector vuelve otra vez a la literatura. Por ejemplo, en los niños de primero de la ESO, de 12 y 13 años, veo que siguen leyendo. Al que le gusta leer sigue leyendo o volverá en un futuro.
- ¿Cree que las nuevas tecnologías distraen a los niños de la lectura?
-Al igual que les puede distraer, les puede acercar a la literatura. Gracias a la tecnología conocen un montón de libros y temáticas que se publican y tienen acceso a mayor información. No tiene por qué excluir una cosa de la otra. Tenemos la idea de que leer es sólo leer y hay muchas formas de seguir en contacto con lo que es la literatura, por ejemplo mediante los blogs, las reseñas, los artículos? Mientras se lea, no tiene por qué ser un género determinado. Porque están en contacto con la lectura.
- ¿Ha pensado en ilustrar sus propios libros?
-Lo cierto es que no. Estudié Bellas Artes y uno de los intereses que tenía cuando me metí en la facultad era el de ilustrar libros. Pero el tiempo no me da para todo.
