Dos formas muy interesantes y didácticas de aproximarse a dos personajes que representan a la perfección la monstruosidad a la que puede llegar un ser humano: Hitler y Kim Jong-il. Shigeru Mizuki ofrece una biografía del líder nazi que muestra no solo las consecuencias catastróficas que tuvo para el mundo su reinado de terror sino, también, el hecho incuestionable de que fue un un hombre que arrastró tras de sí las voluntades de millones de alemanes que creían a ciegas en sus palabras de odio. La novela gráfica Hitler (Astiberri) profundiza en sus motivaciones para llevar a su país al desastre y no renuncia a sus rasgos más humanos, aquellos que nos demuestran que la posibilidad de que un pueblo entero acabe hipnotizado por un líder carismático y embaucador es un peligro que siempre está latente en la Historia. Austero, directo y rotundo, Mizuki convierte su blanco y negro en una especie de sudario rodeado de cenizas y polvo: el material de la devastación.

El cumpleaños de Kim Jong-il (Astiberri) tiene un brioso guión del reportero Aurélien Ducoudray y dibujos de color intenso de Mélanie Allag. Ducoudray se documentó e inspiró en los testimonios de los pocos norcoreanos que huyeron de su país y pudieron contar lo que fue su infancia. El resultado es una excelente crónica sobre el paraíso comunista del dictador Kim Jong-il contemplado a través de la mirada de un niño que al que se le cae la venda de los ojos y ve la cara horrenda del régimen: "En la República Popular Democrática de Corea del Norte, hay dos personas más importantes que nuestro padre y nuestra madre, nuestro querido general Kim Il-sung y su hijo Kim Jong-il. Como los queremos mucho, colgamos sus fotos en todas partes... En las calles, las fábricas y las casas. Incluso hemos levantado estatuas gigantescas donde depositamos flores por su cumpleaños. Me llamo Jun Sang, tengo 8 años y soy un joven de la Corea liberada. La vida es importante para mí, la esperanza en un futuro radiante, también. Sin embargo, mi vida, mi esperanza, mi felicidad valen menos que la patria".