Tienen más acceso que nunca a la información, pero los jóvenes están bajando la guardia a la hora de tomar medidas de protección en sus relaciones sexuales. Unas prácticas de riesgo que tienen su reflejo en los datos de enfermedades de transmisión sexual.En la provincia de Alicante los casos de sífilis y gonorrea han aumentado en el último año un 44,3% y un 27,2%, respectivamente. En 2016 se diagnosticaron 192 casos de sífilis y 196 de infección gonocócica (gonorrea). En paralelo, los casos de VIH también han aumentado en el último año, de los 113 notificados en 2015 a los 132 del año pasado.

«Los jóvenes están perdiendo el miedo a estas enfermedades», concluye José Marín, ginecólogo en la Unidad de Salud Sexual de Chirivella, en Valencia. En los últimos años, gracias a la aparición de los medicamentos de última generación, el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica.

Nada que ver con los casos de Sida, que segaron miles de vidas de jóvenes en los años 80. Algo similar ocurre con el sífilis o la gonorrea. «Los chicos se creen que son enfermedades del siglo pasado o del tercer mundo, no creen que a ellos les puede pasar», añade Marín.

Para la sexóloga Carmen Sánchez Ruano, esta bajada de guardia por parte de los jóvenes está también relacionada con el valor que se presta hoy en día al riesgo. «Los chicos se van imitando unos a otros. Asumen desafíos y riesgos y así se ven más aceptados por el grupo», señala Ruano, quien desarrolla su actividad profesional en el área de salud de la Marina Alta.

En su opinión, «los jóvenes saben muy bien qué métodos utilizar para evitar estas enfermedades, otra cosa es que a la hora de la verdad los empleen». Para esta experta, la mayor preocupación a estas edades es evitar embarazos no deseados, «lo de las enfermedades les coge muy lejos».

Piojos, ladillas, sarna, hepatitis... la lista de enfermedades que se pueden contraer por no utilizar un correcto método de transmisión sexual es enorme. Existen decenas de enfermedades de transmisión sexual originadas por virus, hongos, bacterias o parásitos. Actualmente en la Comunidad Valenciana cuatro de estas enfermedades son, por su gravedad, de declaración obligatoria por parte de la Conselleria de Sanidad: sífilis, gonorrea, la clamidia y el VIH.Los contagios por sífilis en el último año en la Comunidad Valenciana fueron 486, frente a los 380 del año anterior. La mayoría de los casos de esta enfermedad se adquiere por contacto sexual, aunque también puede darse la transmisión vertical de la madre al feto o al recién nacido.

El riesgo de contagio, al tener relaciones sexuales con una persona infectada, «oscila entre el 10 y el 60%, dependiendo del periodo de la infección y de la práctica sexual», según información recogida por el Ministerio de Sanidad. No tratada a tiempo, la enfermedad puede desencadenar dificultad para coordinar los movimientos, parálisis, entumecimiento, ceguera y demencia.

Otra de las enfermedades de declaración obligatoria en la Comunidad Valenciana es la infección gonocócica, más conocida como gonorrea. En el último año se han notificado 635 casos en la Comunidad, frente a los 523 del año anterior. No tratada a tiempo puede producir complicaciones, desde esterilidad, tanto en mujeres como en varones, hasta alteraciones en otros órganos (articulaciones, piel...) y también transmitirla al recién nacido en el momento del parto, produciendo conjuntivitis.

En cuanto a la infección por clamidia, según los datos de la Conselleria de Sanidad, en el año 2015 se declararon 640 casos en la Comunidad Valenciana. El mayor problema es que se trata de una dolencia asintómatica para el 25% de los hombres que la padecen y para un 90% en el caso de las mujeres, lo que dificulta su detección y favorece su propagación.

La importancia de esta infección, según la Conselleria de Sanidad, es que puede derivar en complicaciones tanto para la mujer -endometriosis y esterilidad- como para el hombre, con un aumento de los casos de esterilidad. En cuanto a una infección por VIH sin tratar a tiempo, el Ministerio de Sanidad recuerda que puede producir un progresivo deterioro del sistema inmunitario hasta llegar a una fase más avanzada de la enfermedad con aparición de las denominadas infecciones oportunistas, causantes del sida.

Sin embargo, la infección más frecuente es la de las verrugas genitales, tanto en hombres como en mujeres. Su contagio se produce al contacto de piel con piel, por lo que su transmisión es muy sencilla.

La mejor arma para combatir estas enfermedades no ha variado en los últimos años, sigue siendo el preservativo masculino o femenino, ya que los expertos recuerdan que es el único método que hace de barrera para este tipo de enfermedades.

El resto son sólo eficaces para prevenir embarazos no deseados. Sin embargo, una reciente encuesta del Instituto de la Mujer revela que sólo lo utilizan el 28,4% de las mujeres y que casi un 25% no emplea ningún método anticonceptivo.

Aunque en la red es muy fácil tener información sobre los métodos anticonceptivos disponibles en la actualidad, los expertos reclaman que las administraciones sanitarias se impliquen activamente por generar información de calidad. «Hay una deficiencia de páginas web oficiales donde se dé información detallada y fiable de cada uno de los métodos anticonceptivos», señala José Marín.