La exposición de las mujeres embarazadas a pesticidas puede provocar anomalías en los bebés recién nacidos, pero sólo si el contacto con esos químicos es muy alto, según un estudio publicado por Nature Communications. La investigación fue realizada por un grupo de expertos de la Universidad de California (Estados Unidos), que evaluaron 500.000 partos relacionados con pesticidas de la zona del Valle de San Joaquín, en California, un entorno eminentemente agrícola. Los resultados revelan que la exposición a niveles muy elevados de pesticidas durante el embarazo aumenta, entre un 5 y un 9 %, las probabilidades de tener partos con problemas, relacionados con factores como el peso del bebé, la edad gestacional, y posibles anomalías.