Al actual ritmo de destrucción del planeta que está llevando a cabo el ser humano, parece evidente que la vida en la Tierra tiene los días contados. Ésta, además del afán explorador que siempre ha movido a la humanidad, podría ser una de las razones por las que científicos de todo el mundo han puesto su punto de mira en la colonización de otros mundos y, entre ellos, el más relativamente asequible: Marte. Para estudiar las condiciones del Planeta Rojo, la NASA construyó una serie de vehículos llamados rovers, cuya misión es analizar cada palmo de terreno que recorren. El documental de National Geographic "La vida en Marte: Los increíbles Rovers", nos mete de lleno en los centros de control del Opportunity y del Curiosity, dos robots lanzados en 2003 y 2011, respectivamente, fechas desde las que han estado enviando datos que están cambiando la percepción de un entorno que pudo haber sido muy parecido a la Tierra. La producción, repleta de infografías y simulaciones que nos trasladan de lleno al terreno, cuenta con los testimonios de los científicos responsables de las misiones, quienes narran con la pasión de niños exploradores, las dificultades diarias a la que tuvieron que enfrentarse para dirigir con éxito a estas máquinas rodantes situadas a una media de 225 millones de kilómetros.