Sonriente, pulcro y custodiado por la mirada de la mano atenta de sus hijas Carmen y Julia, nadie diría que el pintor Julio Magdalena ha cumplido los 91 años. Acertó ayer el Ateneo Jovellanos de Gijón al dedicar la primera de las entregas de su ciclo "Nuestros pintores asturianos" a Magdalena, que se vio obligado a dejar la pintura hace seis años a causa de un ictus. "Es un homenaje que hace muy feliz", dijo. En la imagen, Magdalena, a la derecha, junto a Luis Rubio, y sus hijas Julia y Carmen.