Los centros Niemeyer y Botín, de Santander, pusieron ayer las bases para establecer una estrecha colaboración en el área de la programación. Representantes de ambas entidades culturales celebraron una reunión en Avilés, lo que supuso una primera toma de contacto de dos entidades que se encuentran "unidas por una singularidad, están asomadas a la mar y eso supone un sello de identidad", apuntó Vicente Domínguez, viceconsejero de Cultura del gobierno del Principado y presidente de la Fundación Niemeyer.

En el encuentro participaron, además de Domínguez, la alcaldesa, Mariví Monteserín, y Carlos Cuadros, director del Centro Niemeyer. Por parte del recién inaugurado espacio de arte cántabro, diseñado por el arquitecto y premio Pritzker Renzo Piano, acudieron Gema Igual, alcaldesa de Santander, y Fátima Sánchez, directora ejecutiva del Centro Botín, situado en el muelle de Albareda, en plenos jardines de Pereda.

Todos los participantes en la reunión celebrada a primera hora de la tarde coincidieron en destacar que las colaboraciones redundan en beneficio de ambas instituciones. No obstante, Domínguez fue más allá y planteó una propuesta más ambiciosa. "Si se pudiesen sumar más centros culturales que tuvieran esa característica de estar casi cayéndose al agua, en el buen sentido, sería una buena noticia, que en el norte de España hay unos cuantos", dijo el representante del Gobierno asturiano.

Esta primera toma de contacto de los representantes de dos instituciones que se caracterizan por contar con edificaciones muy singulares que miran al mar ha sido calificada por el presidente de la Fundación Niemeyer de "muy fluida", lo que permitirá en un breve periodo de tiempo realizar acciones conjuntas. "Una vez que hay acuerdo y buena voluntad se ponen en contacto los programadores y surgen ideas", concluyó el presidente de la Fundación Niemeyer.