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Un "trovatore" goyesco

El director de escena Joan Antón Rechi propone, para el segundo título de la temporada de ópera de Oviedo, un montaje inspirado en las "Pinturas negras" y los "Desastres" del pintor aragonés

Una de las escenas de "Il trovatore" que se representará en el Campoamor. ÓPERA DE OVIEDO

El director de escena catalán Joan Antón Rechi, cuyo último trabajo en Oviedo fue "Cossì fan tutte" en la temporada pasada, ultima en el Teatro Campoamor los detalles para el estreno de "Il trovatore" el próximo 5 de octubre. La producción del segundo título de la presente temporada de ópera ovetense se estrenó el pasado julio en el Teatro del Liceu de Barcelona. Este "trovatore" cuenta también con la participación de la Ópera de Oviedo, y con ella regresa a la capital asturiana uno de los directores de escena que más presencia ha tenido durante estos últimos años.

"Las obras de Verdi son muy emocionales, llenas de sangre, fuego y venganza", dice Rechi. La principal novedad de la propuesta escénica de Joan Antón Rechi para este "trovatore", que se estrenará el 5 de octubre en el Campoamor, pasa por trasladar la acción medieval plasmada en el libreto de Cammarano y Bardare a la época de Goya y sus "Pinturas negras". "Al acercar en el tiempo la trama, nosotros, como espectadores, entendemos mejor qué sentimientos son los que mueven a los personajes", más que si se mantuviera la época medieval. Insiste asimismo Rechi en "la importancia de derribar la barrera entre los personajes y el espectador, especialmente en el caso de Verdi.

Los grabados de "Los desastres de la guerra" y las "Pinturas negras" de Goya, el horror y la crudeza que plasman, supusieron una enorme fuente de inspiración para el director de escena de este segundo título de la temporada. El hecho de que gran parte de la trama se desarrolle en lo que fue en su día el Reino de Aragón, motivó a Rechi a contemplar imágenes de las pinturas de Goya como fuente de inspiración. "Allí encontré retratados todos los personajes que aparecían en esta obra, y una estética que funcionaba a la perfección con la tragedia que se va gestando a lo largo de la trama", explica.

Rechi ha querido ir aún más lejos, y ha decidido incluir al propio Goya también en esta puesta en escena. "Hace un poco de contrapunto a lo que está sucediendo en escena y representa la mirada del espectador". Es una especie de testigo que, en base al desarrollo de los acontecimientos, se prefigura, al igual que el público, que la historia va a terminar muy mal para todos los protagonistas. Para Rechi, "están condenados a luchar".

El propio director describe el modo en el que las pinturas de Goya le permitieron delimitar a los personajes de "Il trovatore". Entre las obras del pintor zaragozano Rechi veía el sufrimiento de Leonora, "una mujer corriendo como loca entre la multitud".

"He querido hacer de 'Il trovatore' una ópera más creíble. Muchas veces se dice que "Il trovatore" tiene una escena compleja y rocambolesca, pero en ocasiones "la realidad supera muchas veces a la ficción", asegura Rechi, y "en la vida pasan cosas que uno nunca esperaría". "Siempre he pensado en la historia de 'Il trovatore' como una trama muy negra, y con esa estética goyesca, el ambiente de oscuridad permanece", sentencia Rechi.

La historia de esta ópera se ambienta en un país en guerra, durante la España medieval, "en un ambiente de guerra civil, por lo que abundan las situaciones límite y los personajes son llevados al extremo", explica. No pretende hacer el libreto de la ópera entendible por el espectador, pero sí hacer que el público empatice con los cuatro protagonistas que llevan el peso de la obra y acarrean su fatal destino. Es necesario "apelar a los sentimientos de los espectadores, y "en este caso lo conseguimos con una puesta en escena potente e impactante".

Para todos aquellos que hayan visto la retransmisión desde el Teatro del Liceu hace unos meses, Rechi menciona que no tiene nada que ver con lo que uno experimenta al verla en directo en el teatro. "Hay un juego de proyecciones, que enriquece aún más la puesta en escena, y que apenas se notó durante la retransmisión porque apenas se veían".

La gitana Azucena y toda su historia, "una mujer traumatizada por la venganza" es el hilo conductor de este título verdiano. Ella planea el modo en el que vengarse a muy largo plazo, queriendo que los dos hermanos se maten entre ellos. "Una historia muy visceral, y la música refleja perfectamente todos esos sentimientos descarnados".

Los personajes de "il trovatore" son para Rechi muy viscerales, "siempre me ha gustado crear personajes de fuerte personalidad y que todos tengan entidad". Esto último se materializa, por ejemplo, en el personaje de Inés "que pasa siempre sin pena ni gloria". Rechi se ha preocupado por plasmar en la escena la motivación de cada uno de los personajes y mostrar las luces y las sombras que alberga cada uno de ellos.

El público en Barcelona se mostró entusiasta tras el estreno de esta producción. "Naturalmente siempre hay gente a la que no le gusta, pero es un espectáculo y jugamos con eso". Menciona Joan Antón Rechi que hay gente que lleva al teatro con una imagen preconcebida del título que van a presenciar, y el hecho de modificar la época en la que transcurre toda la acción les trastorna. "Es un título lleno de aristas, muy difícil para las labras de dirección escénica porque no es que ocurran muchas cosas en la historia, sino que se cuentan demasiado", algo sobre lo que Rechi ha tenido que trabajar para darle mayor dinamismo y teatralidad.

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