El síndrome de fatiga crónica, una enfermedad muy poco conocida, con cansancio persistente y dificultades cognitivas, tiene bases genéticas. Es decir, hay una serie de genes involucrados y que bien regulados mediante medicamentos se lograría la desaparición de esta enfermedad. Ésta es la principal conclusión de una investigación conjunta de la Universidad de Oviedo, el National Institute of Health de Washington y el Cancer Institute de la Universidad de Harvard.

El Grupo de Problemas Inversos, Optimización y Aprendizaje Automático de la Universidad de Oviedo, encabezado por el profesor Juan Luis Fernández-Martínez, ha hecho este descubrimiento sobre la fatiga crónica al estudiar el síndrome en los enfermos de cáncer de próstata sometidos a radioterapia. "Los investigadores han logrado detectar los genes que no tienen un nivel de expresión o de regulación óptimo y que, por tanto, provocan disfunciones relacionadas con la actividad neuronal, mitocondrial, inmunológica, muscular o metabólica", indica la Universidad en una nota donde se informa del hallazgo. El matemático Juan Luis Fernández-Martínez añade que "una vez se conoce la causa del problema, se abre el camino para actuar". La aportación asturiana a esta investigación estriba en el diseño de un algoritmo matemático capaz de pronosticar la fatiga crónica en pacientes con cáncer de próstata sometidos a radioterapia, analizando sus datos de expresión génica antes de recibir dicho tratamiento.