Me siento tan orgullosa y emocionada que no sé si voy a ser capaz de encontrar las palabras precisas para expresarles mi gratitud y satisfacción por este premio que hoy nos entrega la Federación de Gremios de Editores de España, colectivo con el que compartimos tantas complicidades, desafíos, fatigas y, por qué no decirlo, también logros.

Para quienes hacemos LA NUEVA ESPAÑA, muy especialmente para el equipo del suplemento "Cultura", es un honor que los editores nos hayan encontrado merecedores de esta distinción tan importante, que nos entregan nada menos que en el marco de Liber, la primera muestra dedicada al libro en lengua española de Europa.

Lo recibimos como un reconocimiento al trabajo realizado durante casi tres décadas, que hacen de nuestro suplemento "Cultura" uno de los más veteranos de la prensa española. (Precisamente hoy LA NUEVA ESPAÑA ha puesto en circulación el número 1.189 de Cultura). Lo recibimos también como el mayor estímulo para continuar transitando por el camino iniciado entonces e intentar hacerlo un poco mejor cada día, como sin duda nuestros lectores merecen y exigen.

LA NUEVA ESPAÑA es un periódico pequeño si nos atenemos al territorio al que sirve, una comunidad autónoma, el Principado de Asturias, de apenas un millón de habitantes. Pero es un gran periódico si tenemos en cuenta la extraordinaria calidad de los asturianos como lectores de prensa, que nos convierten en el octavo diario de información general más leído de España, con una potente edición digital que constituye el principal portal de nuestro territorio.

La tarea fundamental del periodismo, y sobre todo en este tiempo de confusión, cuando tantos peligros se ciernen sobre los hechos, no consiste solo en informar sobre lo que sucede. Es necesario hacer comprender, difundir la palabra y el entendimiento entre los lectores. Por muchos motivos, el periódico, en la diversidad de sus contenidos, culturales o no, es el libro que se escribe a diario y se publica todos los días. Por eso nos sentimos tan ilusionados y reconfortados con el galardón que nos concede la Federación de Gremios de Editores.

En el periodismo cultural, la selección de los libros que se reseñan desde la más absoluta independencia y libertad por profesionales que se han preocupado, cuando menos, de leerlos supone un compromiso más con la verdad. Un guiño de complicidad con los lectores, para quienes Cultura pretende ser una brújula con la que orientarse en la inmensidad del mercado editorial, artístico y, en definitiva, cultural.

La lectura nos hace más completos, nos permite vivir varias vidas y nos proporciona poderosas herramientas para la convivencia, desde el respeto, y la comprensión de formas de pensar y ver el mudo distintas a las nuestras. Una página amada nos espera ya para toda la vida y un libro, como escribió un periodista, Ignacio Agustí, arrastra a otro. Dicho de otro modo, el final de cada historia recién leída, como le gusta pensar al flamante Nobel de Literatura, Kazuo Ishiguro, lleva a otra mucho mejor.

En nombre del presidente de Prensa Ibérica, Javier Moll, aquí presente; de la vicepresidenta, Arantxa Sarasola, de los directivos del grupo que les acompañan y de cuantos hacemos LA NUEVA ESPAÑA, muchísimas gracias por este premio. Una distinción que en realidad corresponde a quienes cada jueves firman Cultura desde hace tantos años y, sobre todo, a los lectores, que en este caso lo son del periódico y de los libros, y que se sitúan en el centro de cuanto hacemos.

Enhorabuena a los demás premiados. Es para nosotros un halago compartir esta ceremonia con nombres tan ilustres del mundo literario, como también formar parte de la gran familia de distinguidos por la Federación del Gremio de Editores en el marco de Liber. Gracias a todos, de corazón.