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La Espuma De Las Horas

Los "chicos listos" no se pasan de moda

A la vasta producción fílmica y televisiva de mafiosos se suman nuevas historias sobre John Gotti y los Rizzuto

John Gotti.

A los 48 años, John Joseph Gotti se presentaba en su tarjeta de visita como vendedor itinerante de una empresa de servicios de fontanería. En los registros judiciales, sin embargo, los fiscales lo tenían fichado como el jefe de la familia Gambino, el grupo mafioso más grande de Estados Unidos. Hablamos de 1988. Desde hacía cuatro años la mayoría de las veinticuatro familias del crimen organizado estaban siendo desmanteladas y, para los oficiales de la ley, Gotti representaba el mayor obstáculo para desalojar de Nueva York a la Mafia.

Había tomado el control de la familia Gambino después de arreglárselas para que Paul Castellano fuera acribillado a balazos en una calle de Manhattan, el 16 de diciembre de 1985. Big Paul, como era conocido Castellano, permaneció sentado sobre la acera del restaurante Sparks Steak House. Junto a su cadáver, encontraron la colilla de un puro a medio fumar, sus gafas negras de concha y un pedazo del cerebro del tamaño de una albóndiga.

En ese momento, Gotti era un capo de nivel medio, o capitán, en la familia del crimen. Poco más tarde, cuando asumió el control de un imperio de 500 millones de dólares anuales fruto las empresas ilegales, se había convertido en el símbolo más importante de la resistencia a la represión policial desde los tiempos de Al Capone en Chicago. Con la misma naturalidad que vestía sus costosos trajes de raya diplomática y los elegantes abrigos de cashmere, exhibía el desprecio hacia los investigadores, incapaces de convencer a un jurado de que estaba implicado en actividades criminales. Se reía de ellos a la cara presumiendo de un estilo de vida ostentoso. Durante más de un lustro, hasta 1992, su aparente inmunidad la sirvió para granjearse la fama de gángster mítico. Luego fue enviado a una cárcel federal de por vida donde moriría diez años más tarde de un cáncer de cuello.

En el lenguaje de la Mafia se conoce como wise guys ("chicos listos") a los miembros significados del crimen organizado. De orígenes sicilianos, Vito Rizzuto era, como Gotti, un "chico listo" pero su estilo de vida contrastaba con el del capo neoyorquino y de otros mafiosos extravagantes estadounidenses. Pertenecía al mundo criminal subterráneo de Canadá, mantenía un perfil bajo y trabajaba sólo con la gente de confianza cercana a la familia,

Se le atribuyó el protagonismo de la tregua en la mortífera guerra entre los Hells Angels y la Rock Machine, de Quebec. Los Rizzuto trabajaron tanto con la mafia siciliana como con las familias calabresas Ndrangheta, el clan Cuntrera-Caruana (que se extendía desde Sicilia a Canadá y Sudamérica), los cárteles colombianos de la droga y las cinco familias mafiosas de Nueva York, en particular los Bonanno y los Gambino. Tras la consolidación de su poder en la década de los noventa, los Rizzuto iniciaron una expansión y quedaron demasiado expuestos. Don Vito fue arrestado en enero de 2004 por su participación en los asesinatos de tres capitanes de la familia Bonanno ( Alphonse Indelicato, Philip Giaccone y Dominick Trinchera) y condenado a diez años, en mayo de 2007. Con él cayeron otros miembros destacados de la familia. Fue puesto en libertad en octubre de 2012 y algo más de un año después moriría de causas naturales en un hospital de Montreal. Dos estilos distintos, los de Gotti y Rizzuto y un final idéntico.

Los "chicos listos" nunca han dejado de estar de moda. Pero ahora el interés por ellos ha vuelto a crecer con películas y series televisivas. En el caso de Gotti, en diciembre se estrenará un largometraje de Kevin Connolly, con John Travolta dando vida al boss de los Gambino, en lo que concierne a Rizzuto la televisión canadiense ha estrenado una miniserie, "Bad Blood", con Anthony LaPaglia.

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